Al encontrarnos en una era de innovación científica constante, a veces no nos damos cuenta de los años que tardan algunas investigaciones en desarrollarse. Pero esto no siempre ocurre así, pues en ocasiones, lo único que necesita un científico es un pequeño accidente para realizar grandes descubrimientos médicos que podría cambiar el rumbo de la historia. Aquí algunos ejemplos recientes:
Los nuevos antibióticos que se desarrollan dentro de las narices humanas
Mientras estudiaban algunas bacterias que se desarrollan dentro de la nariz. Científicos de la Universidad de Tübingen, Alemania, encontraron otras que podrían funcionar como antibióticos para atacar las infecciones más resistentes que existen hoy en día. Los investigadores continúan estudiando esta posibilidad, por lo que realizarán más estudios al respecto.
Trasplante fecal
Quien diría que alguna vez los médicos utilizarían las heces para controlar infecciones estomacales. El trasplante fecal de microbiota consiste en tomar una muestra de heces de un donante sano para insertarla posteriormente en el intestino del receptor. Seguramente no es un proceso muy agradable, pero al menos ha demostrado que ayuda a estimular el crecimiento de bacterias buenas para prevenir infecciones estomacales.
Viagra
Lo que empezó como una investigación fallida para tratar la angina de pecho, terminó en un medicamento para la disfunción eréctil. Los investigadores estuvieron a punto de abandonar el proyecto original, cuando se dieron cuenta que la fórmula tenía otros beneficios bastante “curiosos”.
Penicilina
Aunque no se trata de un descubrimiento reciente, posiblemente se trate del descubrimiento accidental más representativo, cuando Alexander Fleming olvidó lavar sus placas de Petri que usaba en su laboratorio. Gracias a este pequeño accidente, fue posible el descubrimiento de la penicilina.