Con vidas en juego e innumerables personas, gráficos y tareas que compiten por la atención de los médicos, no es de extrañar que muchos médicos tengan problemas para mantener un equilibrio óptimo entre el trabajo y la vida. Si agregamos el cuidado de una familia y una vida social a esa combinación, no es de extrañar que el agotamiento de los médicos sea tan alto.
Por lo tanto, a continuación proyectamos 4 consejos para un mejor equilibrio entre el trabajo y la vida del médico.
Desmontar y observar
Los médicos son personas valientes y adaptables gracias a su formación y disposición. Si bien esta es una de sus mayores fortalezas, también puede ser una debilidad. El estrés relacionado con el trabajo puede acumularse desapercibido, extenderse a la vida familiar y afectar las relaciones personales y profesionales, así como la calidad del trabajo.
Como medida preventiva, sugerimos el siguiente ejercicio, una versión modificada de este ejemplo, proporcionada por Harvard Business Review. Trata de hacerlo una vez al mes, o al menos una vez al trimestre. Deja algo de espacio mental y emocional entre tu y el trabajo, y haz, como observador imparcial, las siguientes preguntas:
- ¿Cuáles son las fuentes de estrés en mi vida personal y profesional?
- ¿Qué está desequilibrado?
- ¿Cómo afectan las respuestas a las dos primeras preguntas en mi trabajo como médico
- ¿Cómo afectan a mi vida personal las respuestas a las dos primeras preguntas?
- ¿Cuál es mi prioridad singular?
- ¿Qué estoy sacrificando por esa prioridad?
Este ejercicio te ayudará a darle equilibrio a tu vida personal y profesional, identificando lo que valoras y si tus acciones o comportamientos apoyan esos valores.
No puedes hacerlo solo
Ésta es otra área en la que la formación de los médicos puede ser un obstáculo. Como dice un médico experto en agotamiento, has sido entrenado para ser un ” superhéroe, adicto al trabajo, llanero solitario, perfeccionista”. Si bien puede poseer habilidades que bordean los superpoderes, vale la pena tener un equipo de apoyo. En el trabajo, tiene otros médicos, enfermeras y personal de apoyo. En casa, tienes amigos y familiares.
Para todas estas preocupaciones, no hay recurso más valioso que tus amigos y familiares. El tiempo que pasas con amigos puede ayudarte a aliviar el estrés relacionado con el trabajo. Si no lo programas, es menos probable que suceda. Además, la familia puede ayudar con algo tan específico como la crianza de los hijos o tan general como procesar el estrés y las emociones relacionadas con el trabajo. Pero si quieres ayuda, ¡tienes que pedirla! Crea una lista de amigos y familiares en los que pueda contar.
Practica decir ‘no’
Otro evento adverso común asociado con ser un “superhéroe, adicto al trabajo, llanero solitario, perfeccionista” es la incapacidad de decir que no. Este problema puede manifestarse tanto en entornos personales como profesionales. Conocerás a este médico por su calendario, que está repleto de reuniones y obligaciones de dudosa importancia.
“Necesitamos aprender el lento ‘sí’ y el rápido ‘no’”.
Acostúmbrate a decir ‘no’. Si el pensamiento te asusta, pruébalo primero en situaciones de bajo riesgo.
Honra tu sábado de tecnología
Esta es una idea tomada del libro de Cal Newport, Deep Work. Una vez a la semana, reserva un período de tiempo libre de internet. Puede ser tan corto como una hora o tan largo como un día. Este es tu sábado de tecnología. Hónralo guardando tu teléfono inteligente, computadora portátil o cualquier otro dispositivo habilitado para Internet.
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