El sistema inmunitario en niños es fundamental para proteger su cuerpo contra enfermedades. Está compuesto por diferentes elementos como los anticuerpos, los órganos linfoides y los glóbulos blancos, que trabajan juntos para reconocer y eliminar los agentes infecciosos.
Cuando un niño se expone a una sustancia extraña o microorganismo, el sistema inmunitario responde de varias formas. Por ejemplo, los glóbulos blancos pueden ingerir a los invasores y los anticuerpos pueden neutralizar o destruir los microorganismos.
Además, el sistema inmunológico tiene memoria, lo que permite reconocer y responder más rápidamente a los invasores ya conocidos en futuros encuentros.
Alimentos que mejoran el sistema inmunitario en niños
Una alimentación nutritiva y equilibrada es fundamental para potenciar el sistema inmune de tus hijos. Es importante incluir en la dieta diaria frutas y verduras, ya que contienen vitaminas, antioxidantes y minerales que fortalece el sistema inmunológico. Entre algunas de ellas se encuentran las fresas, brócoli, naranjas, zanahorias y espinacas.
Hay, específicamente, algunos alimentos que pueden ayudar el sistema inmunitario de los menores, entre los que se encuentran aquellos que son ricos en:
- Vitamina A: mango, zanahoria, melón, calabaza, batata y espinaca.
- Vitamina C: cítricos (mandarinas, kiwis y naranjas), fresas, pomelos, piñas, tomates y pimientos.
- Vitamina D: pescados grasos (trucha, caballa y salmón) y productos fortificados.
- Alimentos ricos en zinc: carnes magras, huevos, nueces y semillas y legumbres.
Suplementos vitamínicos
No son necesarios si el niño lleva una alimentación equilibrada y reciben los nutrientes necesarios a través de los alimentos. Aunque en algunos casos específicos como deficiencias nutricionales diagnosticadas o condiciones médicas particulares, se pueden recomendar bajo supervisión médica.
Dormir lo suficiente para reforzar el sistema inmunitario
Descansar el tiempo adecuado ayuda a que el sistema inmune de los niños funcione como un superhéroe. Durante el sueño, el cuerpo recarga sus poderes defensivos, produciendo más células que son fundamentales para combatir infecciones y proteger al organismo.
Reducir el estrés
Otra forma de ayudar a los niños a estar saludables es minimizar el estrés y la ansiedad que pueden sentir. La práctica del mindfulness es una buena técnica para conseguirlo. La consciencia plena ayuda a los niños a encontrar calma y tranquilidad, tanto física como mental.