En un anterior artículo te platicamos sobre los obstáculos que te impiden escuchar a tu paciente. Ahora, en una segunda entrega, te presentamos cuatro claves que te ayudarán a mejorar la escucha activa en tu consultorio.
- No emitas juicios. A nadie le gusta que lo juzguen y sentirse vulnerable e incomprendido por ese hecho. Seguramente alguna vez te ha pasado y no fue nada agradable. Pues esto es uno de los factores más difíciles de la escucha activa. Sacar conclusiones antes de tiempo o poner etiquetas es una tendencia que no nos ayuda en nada como personas, por este motivo, la neutralidad es la mejor manera de trabajar con tus pacientes. Cuando platicas con tus pacientes hay aspectos que te pueden sorprender o ideas que no compartas, sin embargo, la tolerancia es que debe predominar durante una consulta.
- No des consejos. Tus pacientes necesitan tomar sus propias decisiones, informadas, pero siempre deberán ser las suyas. Como profesional de la salud, debes acompañarles en el proceso de su enfermedad escuchándole y ayudándoles a descubrir el camino para trabajar en equipo. Si en algún momento crees necesario plantar una solución, puedes formular una pregunta como “¿Te gustaría que te diera mi opinión al respecto?”. Y deja que tus pacientes decidan.
- No interrumpas. Interrumpir a tu paciente mientras éste habla puede considerarse una falta de respeto, lo que equivale a decir que lo que tú dices es más importante que lo que menciona tu interlocutor. Recuerda que el protagonista es el paciente y no tú.
- Externa tus sentimientos. No olvides que mientras avanza la conversación, además de compartir datos y opiniones, también podrían aflorar sentimientos y emociones. Tal vez te cueste algo de trabajo, pero intenta interpretar con palabras lo que te dice tu paciente y externa también con una palabra el sentimiento que has percibido de tu paciente.