El consultorio médico, clínica u hospital, en tanto empresa de salud, debe contar con una estrategia de marketing que le ayude a mantenerse en la preferencia de sus usuarios y, claro, permita atraer a nuevos pacientes.
Por ello, conviene al médico emprendedor recordar que las promociones son una herramienta de marketing que facilita aumentar la presencia de la marca profesional y fidelizar a los usuario habituales del servicio.
No obstante, antes de plantearse una promoción, el galeno debe tener claros sus objetivos y los actores involucrados, como tipo de pacientes al que se dirige y personal que ayudará en la gestión de la estrategia.
Una vez definidos estos aspectos es hora de poner a rodar la creatividad, pues no basta con hacer un regalo, éste tiene que generar un llamado a la acción (en marketing se denomina call to action) y un lazo con la marca médica, para lo cual tenemos algunas sugerencias:
Cupones
Aunque es una promoción muy sencilla, tiene la ventaja de ayudar a fidelizar al paciente habitual, o bien, atraer a más, pues basta con ofrecer descuentos en servicios como chequeos médicos o estudios para que las personas se sientan tentadas a invertir en atención médica pero con ahorros que, en tiempos de crisis, son muy necesarios.
Paquetes con precios especiales
Esta estrategia de marketing busca elevar el número de servicios a los que recurre el paciente, pues engloba ofertas existentes pero con el beneficio de ofrecerlas en conjunto para asegurar ingresos y ayudar a cuidar la economía del usuario del servicio. Pensemos, por ejemplo, en una clínica de maternidad, la cual puede promocionar determinada cantidad de consultas de control prenatal con un ultrasonido por “X” cantidad, o bien, imaginemos un consultorio médico general en el que la consulta por enfermedades respiratorias para una familia de cinco miembros tiene costo fijo.
Artículos promocionales
Mucha gente recurre a ellos, pero con frecuencia no saben qué características deben tener para lograr el objetivo de promocionar a la marca médica.
Al respecto, el galeno debe recordar que hay que buscar productos con dos cualidades: que sean útiles y estén destinados a permanecer fuera de los cajones, como pastilleros, directorios de emergencias para colocar en el refrigerador, e incluso tazas, no así las clásicas plumas serigrafiadas que, además de estar guardadas, con frecuencia se extravían.
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