Las “superbacterias” han generado alerta entre la comunidad médica debido a que amenazan con el aumento de infecciones mortales debido a la resistencia a antibióticos.
La pérdida de efectividad para combatir a las llamadas bacterias antibiorresistentes ha sido asunto que se sigue con lupa desde hacer tiempo pues, por ejemplo, en mayo pasado médicos estadounidenses descubrieron el primer caso de una bacteria resistente a todos los antibióticos existentes en el país.
Información difundida por Reuters señala que en Pennsylvania una mujer de 49 años de edad presentó infección en vías urinarias inmune a los tratamientos con antibióticos, incluso aquellos llamados de “último recurso”, como la colistina, la cual se emplea para combatir las infecciones con alta resistencia.
La paciente infectada con E. Coli despertó el temor entre los médicos, ya que si esta resistencia se extendiera a otras bacterias habría gérmenes invulnerables a los antibióticos conocidos. Tom Fireden, director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, aseguró durante la presentación del caso que se aproxima “el final del camino para los antibióticos, a menos que actuemos con urgencia”.
Al respecto, existen advertencias que en otra época se hicieron sobre este tema y que, ante la amenaza catastrófica de perder la protección de los antibióticos, hoy parecen profecías:
1. La sentencia de Alexander Fleming
Quien fuera el primer científico en descubrir y observar los efectos antibióticos de la lisozima penicilina, advirtió:
Llegará el día en que la penicilina pueda ser comprada por cualquiera en las farmacias. Entonces existirá el peligro de que un hombre ignorante pueda tomar una dosis insuficiente y al exponer a los microbios a cantidades no letales del fármaco los haga resistentes.
Ese temido día se presentó hacer mucho tiempo, y hoy tanto la comunidad científica como médica buscan opciones para contrarrestar dicho efecto.
2. La advertencia de la Sociedad de Microbiología Americana
La Sociedad de Microbiología Americana aseguró que las bacterias pueden transmitir su resistencia a gérmenes que ya toleran otros antibióticos, de modo que la inmunidad se puede propagar debido al material genético libre (gen mcr-1) que comparten las bacterias entre sí (algunos llaman a este proceso “sexo bacteria”).
Aunque la resistencia a los antibióticos es un fenómeno que se ha presentado prácticamente desde que se descubrió la penicilina, el panorama actual es distinto al que se vivía hacer por ejemplo una década atrás, pues el número de bacterias resistentes a muchos antibióticos distintos se ha incrementado hasta diez veces o más, según señaló Stuart Levy, presidente de Alliance for the Prudent Use of Antibiotics, en mayo pasado.
3. La muerte toca a la puerta: habrá 10 millones de decesos por año
Expertos estiman que de continuar extendiéndose la resistencia a los antibióticos, de aquí al 2050 el problema podría causar 10 millones de muertes cada año.
Si se compara con fallecimientos ocasionados por enfermedad sin cura absoluta, la dimensión del problema es escalofriante pues, por ejemplo, se estima que el cáncer es responsable de 8,2 millones de decesos anuales y la diabetes de 1,5 millones.
Con este conflicto encima se reduciría la tasa del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) mundial y se causaría crisis económica igual a la del 2008, señaló el Banco Mundial.
En países pobres habría caída del PIB en más del 5 por ciento (con 28 millones de personas que caerían en condición de pobreza) para el 2050, con crecimiento de gastos anuales en salud pública de hasta 100 mil millones.
Y aunque aún parece lejana la llegada de ese año, baste recordar que actualmente, casi tres décadas antes de tan gris panorama, ya se registran anualmente 700 mil fallecimientos por resistencia a los antibióticas en el mundo, mientras casos como el de esta mujer de Pennsylvania obligan a tomar tratamientos con considerables efectos secundarios (como carbapenémicos) mientras no se tienen más opciones.
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