La piel es el órgano más extenso del cuerpo, cumpliendo funciones metabólicas, excretoras, secretoras y reguladoras de la temperatura corporal. Pero también, constituye una barrera que nos protege externamente, convirtiéndose en una defensa inmunológica de gran valor para el cuerpo humano. Sin embargo, pocas veces le damos la importancia que merece, permitiendo que agentes patógenos del medio ambiente, al igual que las radiaciones solares, le causen daño. Generando irritación, resequedad y deshidratación, que a largo plazo afectan la salud.
La Xerosis afecta la salud de la piel
La piel seca o xerosis, puede presentarse en forma espontánea, a causa de factores ambientales como los cambios bruscos de temperatura y la baja humedad en el aire. De igual manera, se puede presentar por el uso de jabones, detergentes o demás productos de limpieza que contengan sustancias químicas abrasivas, al igual que al estar expuesto por mucho tiempo al agua de las piscinas y las duchas con agua caliente.
El envejecimiento es un factor de riesgo de padecer resequedad en la piel, ya que, las funciones auto reguladoras y la capacidad de la capa cornea para retener la hidratación disminuye. Así mismo, cuando la dermis está muy comprometida, se puede presentar inflamación, agrietamiento y fisuras profundas, que producen infecciones y otras afecciones cutáneas como psoriasis y dermatitis atópica. (elsevier, s.f.)
El tratamiento para combatir la xerosis, se enfoca en paliar la sensación de tirantez, el prurito, la descamación, el enrojecimiento y las grietas en la piel. Buscando que recupere su elasticidad e hidratación. Para ello, los especialistas recomiendan cremas hidratantes para sellar la piel y conservar el nivel hídrico de la capa cornea.
- El cuidado y la higiene diaria con productos adaptados a la tipología de la piel, es otra manera de tratar los problemas de resequedad dérmica. Para ello aconsejan productos de limpieza en presentación en gel para proteger el manto lípido y formar una barrera antimicrobiana que no permita el ingreso de virus y bacterias nocivos para el organismo.
- Hidratar con productos cosméticos a base de urea, pantenol y otros elementos que restituyan la humedad natural, es importante. Además, se aconseja consumir entre 2 y 2,5 litros de agua al día, al igual que, utilizar productos de la naturaleza como el aloe de vera, el aceite de coco y la miel como mascarillas y compostajes que nutren y fortalecen la piel.
- Protegerse del sol, es una recomendación que no se debe dejar pasar de lado. Por eso existen en el mercado fórmulas dermatológicamente probadas que ofrecen protección contra los rayos solares. Conjuntamente, se promueve tomar el sol con responsabilidad, ya que, aunque la exposición solar es importante para la síntesis de la vitamina D, hay horarios donde causan daños severos a la piel.
Existen diversas maneras para combatir la resequedad en la piel y evitar otras complicaciones. A pesar de ello, un estilo de vida sano, donde se incluya una alimentación llena de nutrientes, al igual que, evitar la exposición a factores de riesgo ambiental, puede convertirse en un gran paso para paliar este problema. Así mismo, seguir las recomendaciones médicas y protegerse de las agresiones climáticas con elementos como sombrero, gafas y ropa de vestir, puede llegar a hacer la diferencia.