Los recursos de educación del paciente son esenciales para una práctica integral porque ayudan a informar y empoderar a los pacientes. Al recibir literatura de un proveedor de confianza, el paciente puede aprender más sobre su diagnóstico, condición, plan de tratamiento. Y así ampliar su propia comprensión y utilizar esta información para hacer más investigaciones, si es necesario.
Los efectos de los recursos educativos en la práctica médica
Esto puede conducir a un diálogo saludable entre el paciente y el proveedor. Ya que el paciente puede hacer preguntas más informadas sobre su salud y sentirse más empoderado en su viaje de atención médica.
Consejos para proporcionar recursos para la educación de los pacientes
Al compilar los recursos de educación del paciente de la práctica, hay una variedad de factores a considerar. Los más importantes a tener en cuenta son los siguientes:
- Ofrece una amplia variedad de recursos para pacientes
¿Qué quieres que los pacientes sepan?
Ciertamente, merecen información sobre diagnósticos comunes y sus causas. Sin embargo, estos recursos no necesitan limitarse a opciones de tratamiento y medidas preventivas. Cuanto más comprendan los pacientes a sus proveedores, práctica y especialidad, ¡mejor!
Considera la posibilidad de crear contenido que explique el “por qué” detrás de sus políticas e historial de práctica, además de materiales con enfoque médico. Además, asegúrate de ampliar los canales en los que comparte contenido. Aparte de colocar folletos en la oficina, puedes publicarlos en el sitio web o blog. Incluso puedes difundirlos a través de un boletín para pacientes o una página de redes sociales.
*Los recursos de educación del paciente que ofrece deben abordar una serie de temas pertinentes a tu práctica y deben presentarse de muchas formas diferentes.
2. Proporciona contenido fácil de leer
Se debe evitar la terminología médica siempre que sea posible; si no se puede evitar, los términos deben definirse cuidadosamente. Por ejemplo, se debe usar mojar la cama en lugar de enuresis.
Explica cómo se pronuncia la palabra y en qué consiste la afección. Los recursos de los pacientes deben demostrar coherencia en el uso de la terminología; las analogías, la puntuación simple, las contracciones e incluso la jerga son buenas si mejoran la comprensión.
Especialmente cuando se trata de recursos físicos para llevar a casa, como folletos y panfletos, simplemente está proporcionando un punto de partida para la comprensión; los pacientes se irán a casa e investigarán mucho más por su cuenta. Asegúrate de proporcionar el conocimiento básico que los pacientes necesitan para sentirse informados y capacitados para aprender más.
3. Apunta a la audiencia adecuada
Crear contenido efectivo se trata de conocer a tu audiencia. Entonces, obviamente, los recursos deben alinearse con quién los leerá. No se trata solo de la legibilidad por edad o nivel de conocimiento y tono, también se trata de las imágenes y la presentación.
Por último, haz que tus recursos se vean y se sientan como cosas que tus pacientes ya leyeron. Por ejemplo, los niños en el consultorio del pediatra responderán mejor a los dibujos y la animación, mientras que las personas mayores apreciarán la letra grande.
En todos los materiales y formatos, mantén un lenguaje simple, fácil de leer y solo compuesto por información imprescindible.
*En última instancia, empoderar a los pacientes con conocimientos lo ayudará a ganar y retener su confianza a largo plazo.
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