Dentro de los múltiples problemas neuronales que existen, uno de los más frecuentes es la epilepsia. Para contextualizar su impacto se debe considerar que la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que afecta a cerca de 50 millones de personas en todo el planeta. Y en el caso de nuestro país es un problema que padecen alrededor de 2 millones de personas.
Por su parte, las crisis epilépticas que provoca pueden tener diferentes formas clínicas. Desde episodios muy breves de ausencia o de contracciones musculares con pérdida de conciencia momentánea, hasta sucesos breves de movimientos involuntarios que pueden afectar una parte del cuerpo o su totalidad y que generalmente presentan perdida de la conciencia.
Sin respuesta a tratamientos
Al respecto, la Secretaría de Salud (SSa) señala que el 70 por ciento de las personas diagnosticadas con epilepsia pueden tratarse exitosamente con medicamentos. Pero entonces la problemática se centra en el resto de los casos. En el 30 por ciento restante el inconveniente es que los pacientes no responden o bien, siguen convulsionando a pesar de recibir tratamiento con dos o más fármacos. Todos ellos se identifican como epilepsia refractaria o epilepsia farmacorresistente.
Alternativas para los pacientes
Investigaciones recientes mencionan que dentro de las alternativas para pacientes con epilepsia refractaria está la dieta cetogénica. Consiste en una alimentación muy alta en grasas, baja en carbohidratos y normal en proteínas, cuidadosamente controlada. Dicho régimen alimenticio se considera una de las opciones terapéuticas para este tipo de pacientes porque puede disminuir las convulsiones en más de un 50 por ciento e inclusive en algunas ocasiones eliminarlas por completo. Además mejora la calidad de vida de los pacientes y su familia y maximiza el neurodesarrollo.
En general, la epilepsia es un padecimiento que afecta de manera profunda a quien la padece y su entorno. En el tipo refractaria, la resistencia a fármacos complica aún más su tratamiento. En cualquiera de los casos, el reto es sensibilizar sobre la enfermedad y sus variantes.