En septiembre de 2014 la Secretaría de Salud (Sedesa) de la Ciudad de México implementó formalmente el programa “El Médico en Tu Casa”, pero fue hasta diciembre de 2015 que se elevó a rango de Ley.
Desde entonces, este programa social que inició en la delegación Iztapalapa y se extendió a Gustavo A. Madero para reducir los índices de mortalidad por embarazos ha evolucionado considerablemente.
Actualmente, está dedicado a brindar atención a los grupos vulnerables más allá de las mujeres embarazadas, pues atiende a enfermos postrados o terminales, adultos mayores y personas con discapacidad o en situación de abandono que no pueden trasladarse a un hospital.
Pero además de la labor médica y social que el programa ha realizado con los pacientes, cabe rescata tres aspectos que el facultativo puede aprender de él:
1. Hay que estar abierto al cambio
“El Médico en Tu Casa” ha recibido reconocimientos nacionales, pero el más importante, sin duda, es que ha sido exportado a varios estados de la República y países como Colombia, Guatemala, Ucrania, Lituania y China, entre otros.
Nacido para ayudar a las mujeres embarazadas, fue capaz de identificar una oportunidad para evolucionar y ampliarse, de modo que ahora es referente en servicios de salud a nivel nacional e internacional.
2. Hacer marketing social es una manera en la que se puede ayudar a la gente
“El Médico en Tu Casa” constituye un claro ejemplo de marketing social, pues a cabalidad ha buscado establecer las necesidades, deseos e intereses de su “mercado meta” para promocionar un valor superior, lo que no significa otra cosa que ha sido capaz de definir quiénes son su objetivo, en este caso los pacientes vulnerables, a los que hay que proveer servicio médico de calidad donde sea que se encuentren.
3. Usar las tecnologías digitales es útil al ejercicio del médico
A finales de enero pasado el gobierno de la CDMX anunció que digitalizaría los datos de los pacientes atendidos por las brigadas del programa “El Médico en Tu Casa” con ayuda de Fundación Slim, esto a fin de conocerlos más detalladamente, saber, por ejemplo, qué condiciones son las que presentan con mayor frecuencia, quiénes están postrados y cuántos hombres y mujeres son.
Así como el programa social busca apoyo tecnológico para concentrar, analizar y agilizar la disposición de información útil para el sector salud, conviene hacer lo propio en el establecimiento del galeno a fin de mejorar la atención que se ofrece a los pacientes.