Contra todos los pronósticos y a pese a todas las adversidad, la llegada del magnate norteamericano Donald Trump a la Casa Blanca parece más cercana que nunca luego del término de la jornada electoral en los Estados Unidos. Si bien la tendencia aún no es irreversible, la victoria del millonario parece cada vez más cercana, situación que seguramente afectará al sistema de salud de la Unión Americana.
Según ha prometido Trump, una de sus primeras acciones al alcanzar la presidencia de los Estados Unidos será la de eliminar el programa de salud instaurado por el presidente Barack Obama, conocido popularmente como Obamacare.
Si bien dicha decisión afectaría profundamente los servicios de salud de la Unión Americana, existe otra promesa realizada por el magnate a lo largo de su campaña que afectaría más gravemente al sistema de salud, llegando incluso (quizás) a colapsarlo. Nos referimos al cambio en la política migratoria, piedra angular en el discurso de Trump a lo largo del último año.
Como bien sabes, desde su inicio la campaña de Trump se ha basado en la xenofobia y la segregación de los migrantes (especialmente los latinos). El gran problema radica en que cerca del 25 por ciento de los médicos y cirujanos que practican la medicina en los Estados Unidos son de origen extranjero.
De tal modo, para cumplir con su promesa de “hacer grande a América otra vez”, Donald Trump tendría que deshacerse de una cuarta parte de los médicos que laboran en el sistema de salud estadounidense, sin mencionar a una sexta parte de las enfermeras y una quinta parte de los dentistas, farmacistas y técnicos clínicos de acuerdo con un informe presentado por la revista Forbes.
Asimismo es importante resaltar que, en el estado actual en que se encuentra la Unión Americana, se calcula que para 2025 existirá un déficit de entre 46 mil 100 y 900 mil 400 profesionales de la salud en Estados Unidos, cifra que evidentemente se incrementará si se deshacen de una cuarta parte de los profesionales con los que se cuenta hoy día.
Por el momento sólo resta ver y esperar que la tendencia que se muestra hasta el momento aún pueda ser revertida.