La pandemia provocada por la COVID19 está modificando numerosos ámbitos de nuestra vida diaria. En lo que respecta a las relaciones sociales están han cambiado considerablemente. Y si hay un sector que se enfrenta, con gran incertidumbre a la época post-pandemia, es el de la salud, el cual tiene que enfrentarse a numerosos retos a partir de este 2022 cuando el plan de vacunación haya hecho que la pandemia se vaya desacelerando.
Sobre todo, la crisis sanitaria (y también económica) que ha provocado el coronavirus, ha hecho que el sector de la salud tenga que buscar nuevas vertientes de actuación para así hacer frente al proceso de innovación y transformación que se está produciendo en la sociedad.
El sector sanitario debe llegar a ser más competitivo tras la COVID19
Lo que está claro es que los nuevos hábitos de vida que la sociedad ha adoptado a raíz de la pandemia por la COVID19 ha obligado a las empresas (también a las de salud) a cambiar sus modelos de negocio para poder llegar a conseguir más competitivas. En el caso del sector sanitario, se trata de conseguir más pacientes y que estos acudan totalmente seguros a los consultorios médicos.
Las innovaciones, en el sector sanitario, se están produciendo a través de casos reales provocados por la COVID19 y gracias a los que se ha aprendido a construir una estrategia de diferenciación y marcar así unas pautas específicas de actuación en el cambio latente del sistema sanitario.
El sector de la salud, al acabar 2021, cerró uno de los años más complicados de nuestra historia reciente. Y esto no ha acabado, ya que la crisis sanitaria provocada por la pandemia de la COVID19 sigue dejando huella y ha generado una incertidumbre que será difícil de esquivar.
Entre los diferentes tipos de empresas, el sector de la salud se ha erigido, sin ninguna duda, como un sector absolutamente estratégico para nuestra sociedad y nuestra economía. Así que si antes de la pandemia, el sector de la salud tenía una gran incidencia en el PIB de un país, lo cierto es que en la situación actual, la sociedad está siendo consciente del valor estratégico del sector.
El sector sanitario se enfrentará a un cambio estructural importante
Para este 2022, un año que se pretende que sea post-pandémico, el sector de la salud se enfrenta numerosos retos puesto que sin un cambio estructural importante, los sistemas de salud van a tener dificultades para atender una creciente demanda de servicios como consecuencia del envejecimiento de la población.
También, el sector sanitario, tiene el reto de seguir mejorando los estándares en términos de atención, acceso y experiencia del paciente, para así acompañar a los pacientes, impulsando el proceso de anticipación estratégica para anticiparse a los cambios del futuro, lo que hará que se contribuya a la sostenibilidad de los modelos de negocio del sector salud.
Lo que es una realidad, es que siempre lo ha sido, pero con la pandemia provocada por la COVID19, el sector sanitario es más estratégico que nunca. Por eso, la pandemia no debería eclipsar un proceso de cambio que está experimentando el sector sanitario.
Hay que tener en cuenta que los sistemas de salud de todo el mundo están bajo presión por algunos factores como la escasez de trabajadores; envejecimiento de la población; deficiencias propias del sistema e incremento de enfermedades crónicas. Esto lo que provoca es la insatisfacción de los usuarios, por lo que es necesario llevar a cabo un cambio estructural.
Así que el sector salud debe revertir la situación actual de presión que existe durante la pandemia provocada por la COVID19, generando valor para cambiar la dinámica del modelo. Es decir, en el sector sanitario se deben entender interpretar y adelantarse a los cambios y no oponerse a ellos.
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