Existen diferentes circunstancias que son capaces de llevar al límite a una personas y hacerle cuestionar si cuenta con la fuerza y voluntad necesarias para seguir adelante. Apostar por la resiliencia dentro del ámbito médico es prácticamente una obligación, es decir sobreponerse a la adversidad y salir fortalecidos de cada una de estas situaciones que sobrepasa tus capacidades.
Para las personas resilientes no existe una vida dura, sino simplemente momentos difíciles que deben de ser atravesados. En resumen, se trata de una manera positiva de ver la vida, misma que todos pueden seguir, siempre y cuando se cambien ciertos hábitos y creencias.
Las personas resilientes no nacen, se hacen, y si es de tu interés convertirte en una de ellas, te recomendamos practicar los siguientes 12 hábitos que te ayudarán a convertirte en un médico resiliente:
Sé consciente de tus potencialidades y limitaciones
El autoconocimento es de vital importancia en la práctica de la medicina, pues te ayudará a definir objetivos y fijar metas alcanzables.
Sé creativo
Esfuérzate por dar siempre lo mejor, incluso cuando las condiciones no parezcan ser las más favorables.
Confía en tus capacidades
Muéstrate seguro de lo que estás haciendo y dominarás la situación, sea cual sea.
Asume las dificultades como una oportunidad para aprender
Las vivencias te brindan experiencia a través del éxito o del fracaso; sin embargo, muchas veces se aprende más de un error, especialmente cuando estás consciente de las fallas que has tenido en el proceso.
Practica la conciencia plena
Es decir, ubícate en el hoy y en el ahora sin perder de vista tus objetivos.
Ve la vida con objetividad y optimismo
Eres objetivo cuando no maximizas o minimizas los problemas, y a pesar de las dificultades te esfuerzas por seguir adelante.
Rodéate de personas con actitud positiva
Esto te ayudará a permanecer motivado y no contaminarte de malas actitudes.
No intentes controlar o dominar las situaciones en todo momento
La incertidumbre es parte de la condición humana, no siempre se tiene el control de todo y hay que aprender a vivir con eso sin que sea motivo de insatisfacción personal.
Sé flexible ante los cambios
Esto no significa que renuncies a tus metas, sino que debes explorar alternativas y adaptarte a nuevas condiciones.
Tenacidad en tus propósitos
Bien dice el dicho que, “el que persevera alcanza”. Mantente firme hasta lograr un objetivo.
Afronta la adversidad con humor
Aprender a reírte de ti mismo y de tus errores te ayudará a aceptar situaciones que están fuera de tu alcance.
Busca ayuda de los demás
Reconoce que pedir ayuda es parte de tus herramientas en tu quehacer habitual.
Con la práctica de estos hábitos al final del día se suma crecimiento y madurez personal, pero sobre todo la personalidad resiliente que todo clínico debe practicar.