Con frecuencia, el mundo de la cinematográfica nos ofrece lecciones que no podemos desdeñar y, sin importar el género de que se trate, hay películas que han dejado huella por sus célebres frases de salud, enfermedad y muerte.
A ver, ¿cuáles de estas conoces?:
- “Nuestro trabajo es mejorar la salud, ¿sabes que significa?, significa mejorar la calidad de vida, no solo retrasar la muerte”: Patch Adams (1998).
- “Es curiosa la amabilidad de la gente cuando estás muerto” : El crepúsculo de los dioses (1950).
- “Quien salva una vida, salva al mundo entero”: La lista de Schindler (1993).
- “Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir”: Blade Runner (1982).
- “Nunca me desmayo porque no estoy segura de caer con elegancia”: Testigo de cargo (1957).
- “No estoy loco, ahora lo entiendo. Soy mentalmente divergente”: 12 monos (1996).
- “La vida no se mide en minutos. Se mide en momentos”: El curioso caso de Benjamin Button (2008).
- “La enfermedad se ha convertido en un término relativo para mí. Ahora lo considero más como un proceso de desgaste”: Diario de una pasión (2004).
- “La pesadilla de la esquizofrenia es no saber lo que es verdad”: Una mente brillante (2001).
- “¿Quieres saber por qué vomito? Vomito porque cuando tenía ocho años la que era mi mejor amiga fue diciendo por ahí que yo era una zorra. Vomito porque cuando tenía quince años no me invitaron a la única fiesta a la que he querido ir en toda mi vida. Vomito porque a los diecisiete años tuve mi primer hijo y tuve que hacerme mayor a la fuerza. Y ya no me quedan sueños. Y sin sueños no se puede vivir”: Mi vida sin mí (2003).