En México, el insomnio es el trastorno del sueño más común. Hasta el 40 por ciento de la población es incapaz de dormir en las noches. Para los profesionales de la salud, este problema es particularmente grave. ¿Tú puedes descansar correctamente todos los días? Si no, es probable que alguno de estos factores afecte tu tiempo de recuperación:
Dormitorio: La habitación debe ser oscura, fresca y silenciosa para tener un buen sueño. De lo contrario, es muy complicado llegar a tener un descanso profundo y reparador.
Relojes: Estos aparatos no deberían ser visibles desde la cama. Si en algún momento de la noche se ven, la gente tiende a calcular cuánto tiempo queda de descanso. Esto genera una ansiedad que interrumpe el proceso de recuperación.
Aparatos electrónicos: La luz de tablets, relojes inteligentes y celulares es interrumpe el sueño. Su intensidad indica al cerebro que es hora de levantarse. Entonces, se retrasa el inicio del descanso.
Mascotas: Por lo general, los animales no tienen los mismos ciclos de descanso que el humano. Así pues, su presencia en el dormitorio o la cama no permite dormir correctamente.
Cafeína: Esta droga reduce los niveles de cansancio. Por consiguiente, su ingesta reduce la calidad del sueño. Debe evitar consumirse hasta 8 horas antes de dormir.
Nicotina: Otra sustancia estimulante que altera el ciclo del descanso. Fumar antes de dormir no deja al cuerpo prepararse para una noche de reposo, así que también debe evitarse.
Alcohol: Incluso como sedante, sus efectos son limitados. Por lo general, crea un sueño muy ligero, poco reparador. Además, como deshidrata al cuerpo, también interrumpe el descanso.
Ejercicio: Por el contrario, el cansancio físico se asocia con un descanso prolongado. Sin embargo, debe hacer mucho antes de ir a la cama. Incluso dos horas antes de la noche, altera significativamente el ritmo corporal.
Dieta: Comer en exceso poco antes de dormir dificulta el sueño. Se deben evitar alimentos pesados hasta dos horas antes de descansar. Tampoco es bueno acostarse con hambre.
Ingesta de líquidos: Igual que la comida, debe haber un balance. Tomar mucha agua antes de dormir creará la necesidad de ir al baño. Pero acostarse con sed tampoco es aconsejable.