De acuerdo con un estudio de la Organización Europea para la Investigación y Tratamiento del Cáncer (EORTC, por sus siglas en inglés), el cáncer de mama también puede ser muy agresivo, aun si se detecta precozmente.
Los investigadores hallaron que uno de cada cuatro tumores de pequeñas dimensiones también pueden ser sumamente agresivos.
El estudio se basó en un subanálisis de un estudio internacional con un total de 6 mil 693 mujeres con cáncer de mama en fase precoz (con ganglios linfáticos negativos o de uno a tres ganglios positivos), de las que alrededor del 46 por ciento tenían un alto riesgo de recaída según el test MammaPrint, una prueba genómica que ayuda a predecir los resultados clínicos de estas mujeres.
De este grupo de mujeres los expertos tuvieron en cuenta los datos de 826 pacientes cuyo tumor primario era inferior a un centímetro, y en ellas se evaluaron los riesgos clínicos y genómicos. De esta manera, observaron que 196 pacientes (24 por ciento) presentaban un riesgo clínico bajo pero un riesgo genómico alto, y por ello fueron asignados al azar para recibir o no quimioterapia.
Cinco años después, muy pocas pacientes que recibieron quimioterapia experimentaron recaídas de la enfermedad. Además mostraron elevadas tasas de supervivencia libre de metástasis y supervivencia global.
En palabras de la directora de la unidad de mama del Centro Clínico Champalimaud de Lisboa, Fátima Cardoso, “encontramos que casi una de cada cuatro pacientes con tumores pequeños están en riesgo de metástasis y se benefician de la quimioterapia”.
Resultados inesperados
De acuerdo con diferentes especialistas, los resultados del estudio fueron realmente sorprendentes porque si se tienen en cuenta sólo los criterios clínicos se podría pensar que estos tumores no son agresivos y estas pacientes no necesitan quimioterapia. “En cambio, vemos que el 24 por ciento de los tumores pequeños tenían una biología agresiva, lo que demuestra que no todos los tumores pequeños son iguales”, aseguró Fátima Cardoso.
En ese sentido, Evandro de Azambuja, investigador del Instituto Jules Bordet de Bruselas, “el tamaño del tumor no es lo único importante en estos tumores, sino también su biología tumoral, a pesar de que en principio debería ser una señal de buen pronóstico”.