El origen del cáncer se remonta hasta los propios inicios de la humanidad; sin embargo, en las últimas décadas es cuando se ha observado un incremento exponencial en su incidencia, situación que ha derivado en el fallecimiento de 8.2 millones de personas a nivel mundial cada año.
En ese sentido, una estadística que llama la atención nos indica que 1 de cada 3 pacientes con cáncer a nivel global recurre al consumo de opioides para combatir el dolor irruptivo producto del cáncer, situación que debe manejarse con cuidado, pues podría producir una saturación de fármacos o causar efectos adversos en el paciente oncológico.
Lo anterior fue dado a conocer durante el II Congreso Nacional de Dolor y Cáncer (Oncodolor), realizado en Madrid, en el que diversos especialistas se reunieron para discutir temas en torno al correcto tratamiento de pacientes con cáncer.
Acerca de este punto, también se mencionó que el oncólogo a cargo debe de cerciorarse de que el paciente no presente molestias, pues existen casos en los que los fármacos por vía oral les produce complicaciones como náuseas o vómitos, por lo que en años recientes se ha incrementado el uso vía nasal de medicamentos.
De igual forma, durante el congreso también se mencionó la importancia de seguir de cerca a los pacientes para evitar que presenten adicciones a los opioides, en especial a partir del severo problema que atraviesa actualmente Estados Unidos porque de acuerdo con la Escuela de Medicina Keck de la Universidad del Sur de California (USC), los consultorios médicos han sido la principal fuente que ha ocasionado esta epidemia.