En años recientes han ganado notoriedad los llamados grupos antivacunas. Sin bases científicas y sólo a través de rumores, consideran que las inmunizaciones son dañinas e innecesarias. Al oponerse a que sus hijos sean vacunados han propiciado el resurgimiento de enfermedades que estaban a punto de ser erradicadas. El actual brote de sarampión en Estados Unidos y Europa es el ejemplo más claro.
Médicos desinformados
El problema es que también existen profesionales de la salud que, aunque no se oponen por completo a las vacunas, sí dudan de su utilidad. Al respecto, el Dr. Rodolfo Delgadillo Castañeda, presidente del Colegio de Pediatras de Aguascalientes, mencionó que son una minoría. En sus palabras, se trata de uno de cada 100 médicos generales los que dudan de los beneficios de las inmunizaciones.
Donde más se presentan estos casos es en los médicos generales, aunque con un porcentaje muy bajo. El inconveniente es que con uno que haya es suficiente para que hayan consecuencias delicadas.
Acerca del origen de este fenómeno, Delgadillo Castañeda comenta que la falta de actualización es lo que lo genera. En este caso, los médicos generales que no toman cursos adicionales ni continúan con su preparación son los que tienden a dudar de los beneficios de las vacunas. Lo peligroso es que ellos llegan a transmitir este tipo de ideas erróneas a sus pacientes.
Ante este panorama, lo ideal es que los profesionales de la salud siempre se mantengan al día con respecto a los avances en temas sanitarios. No sólo se trata de los consejos que pueden comunicar a los pacientes dentro del consultorio sino que está en juego su reputación. Recuerda que la desinformación es un mal que se ha incrementado durante los últimos años.