“Lo único que hace falta para que el mal triunfe, es que los hombres buenos no hagan nada”.
-Edmund Burke-
Hoy hace exactamente una semana que Donald Trump asumió la presidencia de los Estados Unidos de Norteamérica. Si bien todos sabíamos que la llegada del magnate al poder afectaría directa e indirectamente la salud de varios cientos de millones de personas (tanto en la Unión Americana como fuera de ella) desde meses atrás, con el paso de los días el panorama ha comenzado a aclararse y no luce nada alentador.
En esta ocasión no me referiré a la desaparición del Obamacare, la cual se calcula dejará sin seguro médico a 18 millones de estadounidenses antes del final del año en curso, ni al aumento de trastornos derivados del estrés que ha producido en muchas personas, muchas de ellas inmigrantes ilegales, la llegada de Trump al poder, sino al cambio climático, fenómeno que el ahora presidente de los Estados Unidos pretende borrar y que sin duda alguna tendrá un impacto negativo en la salud de todos quienes habitamos el planeta.
Hasta antes del pasado viernes siempre me costó trabajo comprender cómo fue que el mundo entero permitió a Adolf Hitler cometer todas las atrocidades que se cometieron bajo su dirigencia sin haber actuado antes de que fuera tarde… sin embargo, ahora he comenzado a comprenderlo gracias a Donald Trump.
A pesar de las incontables investigaciones que confirman la existencia del cambio climático y las devastadoras consecuencias que tendrá en la salud de la raza humana, una simple orden del hoy dirigente de los Estados Unidos ha sido suficiente para comenzar a borrar de internet las evidencias que se tienen sobre dicho fenómeno.
Guardadas las proporciones, lo anterior me parece tan abominable como si un buen día Angela Merkel se despertara y decidiera negar la existencia del Holocausto (lo cual cabe destacar está tipificado como crimen en al menos 30 países) a pesar de todas las evidencias que lo corroboran.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), para 2030 el cambio climático será responsable de la muerte de 250 mil personas anualmente. De ser así, parece bastante irresponsable permitir que el presidente de los Estados Unidos niegue su existencia y trate de cubrirla de “forma oficial”, pues dentro de 4 años, cuando termine el mandato de Trump, quizás ya no haya marcha atrás.
No cabe duda que Trump es una amenaza para la salud del mundo entero… sin embargo, sólo lo es en tanto el resto del mundo mire hacia otro lado mientras él hace lo que quiere… tal y como sucedió a mediados del siglo pasado en Alemania…