Son varios los beneficios que causa la extirpación de la vesícula biliar, entre ellos está la reducción del dolor y las infecciones. Pero recientemente un estudio publicado por en la revista JAMA Surgery dio a conocer que otra ventaja de esta intervención es que además que se controla el dolor post operatorio también logra combatir el uso excesivo de opiáceos, considerado recientemente como un problema de salud pública en Estados Unidos.
Durante mucho tiempo, las recetas de opiáceos se han dado sin lógica ni sentido, en comparación con todos los otros esfuerzos que se han hecho por mejorar la atención quirúrgica”, señaló el primer autor del estudio, el Dr. Ryan Howard, residente en el departamento de cirugía de la Universidad de Michigan.
En el estudio se analizaron los datos de 170 pacientes que tuvieron cirugía de extirpación de la vesícula biliar en Michigan Medicine, el centro médico de la universidad y se encontró que el paciente promedio recibió una receta de 250 miligramos de analgésicos opiáceos (unas 50 pastillas) tras la operación, una cantidad excesiva que a largo plazo podría causar efectos negativos en el cuerpo, desde respiración más lenta hasta un estado de coma.
Basándose en eso, Howard y su equipo de investigación desarrollaron una directriz mucho más baja para recetar opiáceos, junto con un nuevo programa de educación del paciente sobre el control del dolor. Tras la introducción de la nueva directriz, la receta promedio de opiáceos para los primeros 200 pacientes se redujo en un 66 por ciento, a 75 miligramos (15 pastillas).
Para concluir el estudio se entrevistó a 86 de los 170 pacientes que recibieron las recetas más pequeñas de opiáceos, los cuales revelaron que tuvieron el mismo nivel de control del dolor comparados con los que recibieron unas recetas más grandes de opiáceos.
