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Informar a un paciente que tiene VIH, ¿sabes cómo hacerlo?

Una de las enfermedades de mayor impacto desde el punto de vista social y de salud es el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). Desde 1981, cuando se dieron a conocer los primeros casos de este padecimiento, a la fecha, se han realizado muchos avances en cuanto a su manejo, prevención y diagnóstico oportuno.

Sin embargo, el papel del médico es muy importante ya que representa una figura de apoyo para estos pacientes. En este sentido, el Dr. José Alfredo Vázquez, especialista en medicina interna e infectología, mencionó a Saludiario que una de las funciones del médico al atender pacientes con VIH, es investigar las principales prácticas de riesgo con relación a esta enfermedad y ofrecer orientación sobre la infección en el contexto de la educación para la salud para fomentar de esta forma, una mejor calidad de vida de los pacientes.

Para poder ofrecer un tratamiento integral, el médico debe mandar hacer pruebas de todo: historia clínica y factores de riesgo, ya que no es lo mismo tratar a pacientes del norte, centro o sur del país. En el norte hay muchos casos de VIH por uso de drogas intravenosas. En cambio en el sur, la mayoría de los casos es por transmisión sexual debido a la trata de blancas y en general por todo lo que puede generar la migración. Y en la zona centro también es de índole sexual, pero por asuntos extramaritales o actividad sexual sin protección. En cuanto a los estudios, siempre será importante tener la prueba confirmatoria de VIH o prueba de carga viral (virus por mililitro de sangre) para saber qué tan avanzada está la enfermedad para empezar con el tratamiento retroviral, el cual dependerá del estado de salud del paciente, ya que pudiera tener otra enfermedad que podría complicar el tratamiento.

Apoyo y empatía, claves en el tratamiento de pacientes con VIH

Bajo este contexto, es médico tratante debe crear un clima agradable y empático para no condicionar la comunicación con el paciente.

De acuerdo con un estudio titulado Papel del médico de familia en el manejo de la infección por VIH, incluido en Anales de Medicina Interna, (Madrid), vol.24 no.8 agosto 2007, el resultado debe darse al paciente en persona, nunca por teléfono.

El anuncio debe hacerse con tiempo suficiente, de ser posible en una consulta programada al inicio de la semana para prever una segunda visita en un corto periodo de tiempo.

Cuando el resultado es positivo, es preciso informar de forma clara y asertiva y apoyar al paciente. El principal objetivo de este encuentro debe ser comunicar el estado de positividad, valorar el impacto emocional y atender a las demandas inmediatas que puedan surgir. Un acompañamiento no verbal empático, asegurando la confidencialidad y con actitud de escucha activa, puede ser mucho más útil para favorecer la descarga emocional”, señala el estudio ya mencionado.

Convencer y ayudar al paciente con VIH

El Dr. José Alfredo Vázquez, experto en VIH y neumonía, refiere que durante la sesión informativa, es conveniente informar al paciente sobre todos los aspectos que el profesional de la salud ve conveniente para que la persona profundice en el conocimiento de su estado actual de salud. Por lo tanto, es aconsejable como regla general, informar al paciente sobre todos aquellos factores que ayuden a mejorar su situación, y no a empeorarla.

Una vez que se ha confirmado la presencia del virus y se han realizado todos los estudios pertinentes, el médico debe hablar con el paciente sobre el tratamiento que más le conviene, en donde intervienen e influyen factores sociales y psicológicos, porque existen muchas personas que pueden no creer que tienen la enfermedad, que no se la creen y por tal motivo abandonan el tratamiento en uno o dos meses, lo que puede ocasionar que el virus se vuelva resistente.

Entonces, el médico debe ayudar y convencer al paciente de que una vez de que inicie con el tratamiento, éste es de por vida y que no lo puede suspender por nada del mundo. Ya en consultas posteriores, la exploración y ajuste de medicamento puede durar 10 minutos y tal vez se necesiten otros 20 minutos para platicar con el paciente para saber cómo se siente, cuáles son sus expectativas y darle un apoyo psicológico acorde a nuestros conocimientos, pues nosotros no somos expertos en psicología, pero sí podemos ayudar a que el paciente aclare sus dudas.

Y agrega:

Lo mejor que puede hacer una persona con VIH es controlar bien su enfermedad. Yo a mis pacientes les digo que es como ser diabético, porque al principio estos pacientes no se la creen, pero una vez que se convence al paciente con diabetes que tiene que llevar una dieta saludable, tomar sus medicamentos a la hora indicada y hacer ejercicio, en ocasiones los pacientes son capaces de cuidarse por sí solos. Lo mismo pasa con los pacientes con VIH; hay que enfocarlos y ayudarlos”. explicó Alfredo Vázquez, quien también forma parte de la red médica de Top Doctors.

Trabajo en equipo para lograr una buena calidad de vida

De acuerdo con el artículo Prevención y asistencia de la infección por VIH en atención primaria, realizado por la Secretaría del Plan Nacional sobre el Sida y por el Ministerio de Sanidad y Consumo, en España, el médico debe elaborar un plan de cuidados con el paciente para reforzar las medidas preventivas con el objetivo de lograr una buena calidad de vida. Entre las principales disposiciones, que también destaca el Departament of Health and Human Servicies, en Estados Unidos, se encuentran:

  • Medidas higiénico dietéticas: mantener 8 horas de sueño, realizar ejercicio físico según las capacidades individuales, mantener la actividad laboral, realizar una dieta adecuada con buen soporte nutricional
  • Abordar el estado emocional del paciente, sus preocupaciones y sus miedos.
  • Aconsejar sobre conductas de vida saludables.
  • Ofrecer ayuda y poner en contacto con los recursos sociales disponibles.
  • Abordar el miedo al rechazo dentro de su ambiente habitual y ayudar a comunicar su situación a sus contactos, resolución de dudas en la convivencia diaria.
  • Vigilar los signos de progresión de la enfermedad.
  • Prevención, detección precoz y tratamiento de las infecciones y tumores oportunistas.
  • Recomendar pautas de vacunación.
  • Potenciar la adherencia al tratamiento antirretroviral y quimioprofiláctico, identificar los efectos secundarios y las interacciones con otros medicamentos.

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