¿Has escuchado hablar del phishing? Se trata de una modalidad de estafa, una práctica que parece no detenerse entre los usuarios de internet y que lógicamente también puede afectar a los profesionales de la salud.
No obstante, tú puedes hacer algo para prevenirlo.
¿Qué es el phishing y qué puedes hacer para evitarlo?
Si nunca habías oído hablar de ella, te decimos que se trata de una modalidad de estafa cuyo objetivo es robar la identidad de los usuarios que navegan en internet.
¿En qué consiste el “atraco”?
Como bien sabes, internet es un lugar por el que transitan millones de personas todos los días y entre éstas, también existen aquellas que con la única finalidad de robar números de tarjetas de crédito, contraseñas u otros datos personales a través de engaños.
Esta clase de estafa se realiza básicamente de dos maneras:
- Mensajes vía email.
- Ventanas emergentes.
De acuerdo a la organización mundial Anti-Phishing Working Group (APWG), el término Phishing (que viene de la palabra inglesa “fishing”), hace alusión al acto de “pescar usuarios” a través de páginas duplicadas para obtener información financiera y otros datos personales.
Según esta organización, los delincuentes cibernéticos que se valen de esta estrategia hacen creer al usuario que se encuentra en la página original en lugar de la duplicada, con la finalidad de realizar actividades delictivas imitando sitios web de bancos u otras empresas conocidas, o enviando emails masivos para que la gente acceda a esas páginas pirata y de esta forma, actualicen sus datos de acceso del banco, etc.
Este problema también afecta a los profesionales de la salud, puesto que es común que almacenen en sus computadoras o dispositivos móviles información importante de sus pacientes, como los historiales clínicos.
Por eso, a continuación se presentamos 4 sencillos consejos para protegerte del phishing:
- Sé cuidadoso con los mensajes de email en los que se te pide que corrobores tus datos personales.
- Pon atención a los mensajes que parezcan sospechosos. Los emails que están mal redactados o que incluyen frases como la célebre “no es broma”, es una señal de clara de fraude. Aunque no lo creas, mucha gente sigue cayendo en este juego.
- No compartas tu claves o datos de tus pacientes con nadie. Tú eres el responsable de esta información y nadie más.
- Defiéndete de estos ataques. Si sospechas que alguien accedió a tu información o si recibes un correo en tu bandeja de entrada solicitándote confirmar tu contraseña, ignóralo.