No hace mucho tiempo, el equipo editorial de Saludiario documentó la decisión de los médicos del Alder Hey Children’s Hospital (AHCH), quienes solicitaron el apoyo del poder judicial para poder desconectar a un bebé que era mantenido con vida por medio de máquinas especializadas.
En dicho caso el máximo Tribunal de Justicia en el país europeo acreditó la decisión de los especialistas debido a que se consideró “inhumano” seguir manteniendo con vida al pequeño Alfie Evans, de 22 meses de edad. Un hecho que contravino la voluntad de los padres del paciente, pero que dio certeza a la evaluación médica.
La intervención de la Santa Sede
Desde entonces, los padres de familia buscaron por todos los medios un espacio legal para dar marcha atrás a la determinación del Tribunal de Justicia en el Reino Unido e indirectamente el balance hecho por los médicos del AHCH.
En su búsqueda llegaron al Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), una instancia multinacional que opera en la ciudad de Estrasburgo, Francia, para insistir en que es posible “salvar” a su hijo. Sin embargo, con fecha de 23 de marzo, el TEDH rechazó la solicitud de los padres de Alfie debido a que no sólo se contradice la evaluación hecha por los médicos especialistas, sino, además, es una violación a los derechos humanos (especificamente el relativo al interés superior de la niñez).
Sin instancias a las cuales se pueda recurrir, los padres del paciente solicitaron ayuda por medio de redes sociales a la Reina Isabel, a la canciller alemana Angela Merkel e incluso al sumo pontífice Jorge Mario Bergoglio. Este último alimentó la petición de la familia, nuevamente, en contra de la determinación de los especialistas.
Espero de corazón que se haga todo lo necesario para poder seguir acompañando compasivamente al pequeño Alfie Evans, y que el profundo sufrimiento de sus padres sea escuchado. Estoy rezando por Alfie, por su familia y por todos los que están involucrados.
— Papa Francisco (@Pontifex_es) 4 de abril de 2018
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