Durante su participación en el seminario y conferencia: ASMA: Despejar los mitos de las realidades, del pasado 21 de febrero, el doctor Renee Aalbers, médico internista, especialista en Alergia e Inmunología del Hospital Martini, en Países Bajos explicó algunas de las consecuencias de un diagnóstico equivocado en enfermedades asociadas a la inflamación de los bronquios.
Conferencia:
El seminario se llevó a cabo el 21 de febrero dentro de las instalaciones del Centro Libanés, en la Ciudad de México. Contó con la presencia de la presidenta del laboratorio Astra Zéneca en América Latina y con especialistas en esta área de la Medicina como los doctores Carlos G. León Ramírez y el catedrático español Juan Vicente Esplugues.
En su oportunidad, Aalbers destacó por su postura referente a tres cuestiones:
- Donald trump;
- El tratamiento del ASMA; y,
- Médicos Generales.
Sobre lo primero explicó que a pesar de la política migratoria impulsada por el presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, él se mantiene firme, como representante de la unión europea, en repudiar estas decisiones racistas que lejos de entablar soluciones edifican trabas entre entre la comunidad médica y los pacientes.
Nosotros no queremos un muro. Repudiamos un muro. Y eso va para Donald Trump y lo que quiere construir. Nuestra labor es la de construir puentes que unifiquen y no murallas que nos distancien irremediablemente.
El tratamiento del Asma:
Sobre las terapias convencionales que se utilizar para controlar el ASMA, el especialista del hospital holandés explicó que la elaboración de un diagnóstico únicamente a partir de los síntomas es un error, porque únicamente se atendería de manera superficial una enfermedad.
Es como si tuviéramos un ligera urticaria. Tratamos con un medicamento especial una enfermedad que contrarresta los síntomas pero no atacamos el problema de raíz.
En este sentido explicó, con un gráfico que diseñó en ese momento, que el tratamiento del asma no puede ser el mismo siempre, que debe cambiar conforme la enfermedad se desarrolla en el paciente.
Muchas veces, los pacientes no sienten que el tratamiento está siendo benéfico para sus intereses. El asma es una enfermedad incurable por lo que sólo se puede controlar mediante cierto tipo de fármacos.
Esto hace que el paciente se desplace sobre un tratamiento que no cambia. Pasando por estados de bienestar y malestar, alternativamente. No se surte una cuota de mejora a causa de la terapia. Simplemente, la vida se le escapa a cada paciente con el tratamiento que no mejora su calidad de vida.
La Alternativa:
Para el tratamiento del Asma, lo correcto es formar e inculcar en los médicos generales un nuevo esquema de administración de medicamentos especializados, conforme a la reacción de cada paciente.
Bajo este supuesto, si se asume que las personas que sufren del asma se sujetan a un estado inconveniente de fluctuación entre dolor y beneficio, es posible alternar el tratamiento para establecer una línea de mejora a lo largo del tiempo.
Deberíamos sentirnos avergonzados de que muchos menores de edad están muriendo a causa del asma. La opción es mejorar las capacidades de los médicos generales ya que son el primer filtro de atención.
¿Ustedes qué opinan?
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