Luego que a su mamá le diagnosticaran cáncer de mama en dos ocasiones, Julián Ríos Cantú entendió que “la mastografía y la autoexploración, a pesar de que son métodos con virtudes, tienen fallas importantes que pueden poner en riesgo la vida de cualquier persona”, motivo por el que decidió en 2015 crear una opción para detectar fácilmente la enfermedad.
Para lograr su objetivo, el estudiante del Tecnológico de Monterrey fundó, junto con tres compañeros, la empresa Higia Technologies, la cual desarrolló EVA, un dispositivo que detecta la patología mediante sensores, el cual puede colocarse dentro del sostén habitual o en un equipo diseñado específicamente para portarlo.
El sistema pensado para no ser invasivo, no comprimir el seno ni emitir radiación, tiene, según lo señalado por Higia, eficacia del 93 por ciento en el diagnóstico, una cifra muy superior a la de recursos como la exploración y el ultrasonido que oscilan entre el 20 y 50 por ciento.
EVA se encarga de analizar las curvas de conductividad térmica y las compara en una base de datos, lo que le permite generar un diagnóstico.
“Si tengo cáncer de mama o cualquier otro tipo de cáncer, menos la leucemia obviamente, va a haber un flujo de sangre anormal en esa zona. La sangre es el principal flujo de calor, entonces cuando hay cáncer de mama va a haber una temperatura anormal en el seno”, explicó Ríos.
Usar EVA es sencillo, pues requiere inversión de tiempo de una hora por semana durante un mes para almacenar datos de la usuaria, los cuales se pueden monitorear con una aplicación en el smartphone, ya que entre más datos se reúnen es más sencillo para el algoritmo pronosticar cáncer.
Los creadores del dispositivo han justificado su utilidad en la medida en que muchas comunidades rurales carecen de especialistas para hacer el diagnóstico de la enfermedad, de modo que lo que proponen es que sea el sistema quien avise de la presencia del tumor para que las personas busquen la atención médica especializada sólo en caso necesario.
Higia espera tener el dispositivo a la venta a finales de 2018 por un precio aproximado de 2 mil 500 pesos, aunque aún debe conseguir la autorización de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), lo que podría retrasar su lanzamiento.
Imagen: Higia Technologies