En marzo pasado circuló por las redes sociales una imagen en la cual dos médicos residentes adscritas al IMSS de Monterrey mostraban la pierna amputada de un paciente. De inmediato la publicación causó polémica y fue duramente criticada por varios usuarios, quienes exigieron al Instituto Mexicano del Seguro Social una sanción ejemplar para las involucradas.
La fotografía en cuestión fue publicada en la cuenta de Twitter perteneciente a Carolina Domínguez García, residente del área de Patología de la Clínica 25 del IMSS, quien había ingresado a laborar en la institución un par de días antes (1 de marzo). El mensaje que acompañaba a la citada imagen decía: “Mi primera pierna papá. Perdone usted si estas imágenes le causan molestia”.
Ese mismo día, por la noche, la delegación estatal del IMSS dio a conocer a través de un comunicado el despido de ambas residentes, además de solicitar al resto de sus colegas apegarse a la ética profesional y a la buena práctica médica.
Continúan los casos a nivel nacional
En este sentido, Carlos Viesca, investigador y catedrático de la Facultad de Medicina de la UNAM, aseguró que el tema en cuestión entre académicos, autoridades y opinión pública es divergente.
Las compilaciones de fotos de casos clínicos permite avances en la educación y en el diagnóstico oportuno, pero ahí debe haber clara una diferencia entre lo meramente académico y lo que puede llegar a considerarse como morbosidad o de mal gusto. Las autoridades, en este caso del IMSS, deben trabajar más la ética en la práctica profesional. De hecho, es necesario la elaboración de un protocolo sobre el uso y manejo de las redes sociales en los hospitales con la finalidad de respetar la intimidad de los pacientes.
Al respecto, el experto señaló que en diferentes estados del país como la CDMX, Coahuila y Nuevo Léon se ha observado que residentes siguen compartiendo imágenes de sus logros médicos.
Se trata de selfies que se toman con sus pacientes durante o tras la cirugía, en donde muestran órganos recién intervenidos. Estas imágenes, si son para uso académico, no tendría que haber problema alguno, pero si se comparten en redes sociales hasta viralizarse por todo internet, ahí es donde las cosas pueden salirse de control.
Carlos Viesca recordó que en noviembre de 2016, la Cámara de Diputados aprobó una reforma a la Ley General de Salud que prohíbe el uso de celulares durante la jornada laboral, pues entre otras cosas, el uso de estos dispositivos puede ocasionar interferencias en el equipo médico.
Imagen: Redes sociales