A través de un comunicado, autoridades de los Servicios de Salud de Oaxaca, confirmaron que, previo permiso de los padres, médicos adscritos al organismo detuvieron la gestación de un bebé a las 17 semanas debido a que desarrolló dos cabezas en un mismo cuerpo.
Los médicos mencionaron que de no hacerlo, el producto hubiera enfrentado riesgos severos o podría haber muerto al nacer.
Carlos Castellanos Torres, jefe de la División de Ginecobstetricia del Hospital General “Dr. Aurelio Valdivieso”, detalló que la madre tiene 20 años de edad con tres hijos que nacieron sin complicaciones.
Se trató de un caso de bebés siameses unidos por un mismo tórax que compartían el mismo corazón. Por estar unidos de esta manera era muy difícil que pudieran sobrevivir en el medio externo. Les hicimos saber a los padres que los bebés tenían problemas al compartir el corazón, lo que ocasionó otras malformaciones estructurales. Finalmente se decidió interrumpir el embarazo ya que no tenía caso llevarlo hasta su término”, dijo Castellanos Torres a El Universal.
El especialista aclaró que se trató de una situación aleatoria, pues no tuvo nada que ver con el zika, con agua o aire contaminado, ni ningún factor externo.