La dirección general del Seguro Popular en San Luis Potosí dio a conocer que, en respuesta a las quejas que se han reportado debido a la baja calidad del servicio de salud en el Hospital Central “Dr. Ignacio Morones Prieto” (HC-IMP), la mala orientación y la falta de información podrían estar detrás del problema de saturación de los servicios de salud pública.
Podrían atenderse en las clínicas para no saturar el área de urgencias
La directora del Seguro Popular en la entidad, Leticia Vargas Pineda, detalló que existe una sobredemanda en las instalaciones del HC-IMP. Por lo que muchos pacientes son rechazados al no contar con personal, ni espacio para su atención.
Lo que sucede es que el Hospital Central está saturado, no es problema exactamente del Seguro Popular, sino que hay mucha demanda y ese es el gran problema del nosocomio, estamos trabajando conjuntamente pero está saturado. Este tipo de circunstancias obedecen a que existe una sobredemanda en el nosocomio, además porque las urgencias que se llegan a presentar ahí, se pudieron haber resulto en sus unidades de servicio médico.
La funcionara estatal reconoció que es necesario informar a la población sobre este tipo de situaciones. No es una negativa, como tal, de los profesionales de la salud, sino, al contrario, se trata de mucho trabajo que no puede solucionarse como quisiera el paciente.
Sobre este ámbito, la Dra. Josephine Ruiz-Healy habló con Saludiario sobre la necesidad de dar a conocer esto que es una constante en la profesionalización de los médicos y especialistas.
De acuerdo con algunas estadísticas, hasta el 85 por ciento de los estudiantes, internos y residentes consideran que han sido explotados y maltratados no sólo física, sino emocionalmente a lo largo de su formación médica; dato por demás alarmante. Personalmente, me sentía esclavizada con semanas de más de 120 horas y guardias de entre 36 y 48 horas, esto aunado a las personas de arriba, quienes se sentían en la necesidad de tratarme con la punta del pie. Por increíble que parezca, la mayor parte del tiempo no sabía ni siquiera en qué día vivía.
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