En el marco del Día Internacional de la Acción contra el Sida (1 de diciembre), el infectólogo especialista en VIH, Fernando Silva, habló en conferencia de prensa sobre la actual situación de este padecimiento en el mundo, así como de los más recientes avances en terapias.
Recordó que en 1986 se presentaron los primeros casos de esta enfermedad en San Francisco, Estados unidos, pero fue hasta 1996 que se dio el “punto de inflexión” en su tratamiento, gracias al médico de origen taiwanés David Ho, célebre por usar los inhibidores de peptidasa en pacientes infectados por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), lo que permitió limitar la replicación del patógeno.
Sin embargo, destacó, las primeras terapias conformadas por cocteles de 5 a 15 medicinas causantes de efectos secundarios como masas adiposas dificultaron la adherencia al tratamiento, asimismo, facilitaron la identificación del paciente con VIH que solía ser objeto de discriminación.
Actualmente existen opciones terapéuticas que han ayudado en la adherencia al tratamiento y a extender la esperanza de vida de las personas infectadas, sin embargo, la comunidad científica y la industria farmacéutica están en busca de antirretrovirales que cumplan con cuatro características:
- Que sean efectivos
- Que sean seguros.
- No tengan interacciones o condiciones para su ingesta.
- Que sean simplificados.
Reiteró la dificultad actual de contar con una vacuna, ya que el virus muta y se establece en reservorios como son los linfocitos CD4+ de manera temprana y permanente, de tal forma que algunas de las estrategias actuales para eliminar el patógeno buscan “moverlo del reserervorio para después expulsarlo”, como sugiere el llamado “Shock and kill” o “kick and kill”, una propuesta que aún está en pleno desarrollo.
Por otra parte, destacó que el célebre caso del conocido como “Paciente de Berlín”, Timothy Ray Brown, no se ha podido replicar, pues aunque estuvo infectado con el virus, también padeció una leucemia para la cual se le trasplantó médula ósea de características genéticas muy similares a la propia, pero carente del receptor para VIH.
Ante los retos que la infección representa, en la época actual se propone simplificar los tratamientos que permitan mantener una baja carga viral en sangre.
Al respecto, destacó que en México la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) ha autorizado la introducción de un fármaco antirretroviral de primera línea de régimen único que mejora el control de la enfermedad: abacavir / dolutegravir sódico / lamivudina.
Aunque el precio del medicamento aún está por definirse, se espera que su incursión en el territorio nacional ayude a reducir la mortalidad por esta causa y a limitar la transmisión del virus, ya que se requiere sólo de una toma diaria para reducir la carga viral en sangre, además de que es recomendable para adultos y niños a partir de los 12 años de edad que nunca antes hayan sido tratados, o bien, para hacer “swich” en pacientes con altos niveles de linfocitos CD4+ y niveles indetectables del virus que hayan presentado intolerancia a su tratamiento.
El especialsita hizo hincapié en que la meta en cascada del Programa Conjunto de Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (Onusida) es que el 90 por ciento de las personas sean diagnosticadas, 90 por ciento reciba tratamiento, y 90 por ciento presente carga viral indetectable, no obstante, en México aún queda mucho trabajo por hacer, ya que los porcentajes para estos objetivos son 63, 94 y 81, respectivamente, si bien se trata de buenos indicadores a nivel mundial.