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Leyendas hospitalarias, lo qué sucede cuando se apagan las luces

Todo médico ha escuchado leyendas sobre pacientes y familiares que rondan los pasillos de los hospitales.

Dentro de las clínicas y hospitales es común que surjan mitos o leyendas, esto a raíz de ciertos comentarios que pueden aparecer como resultado de experiencias ocurridas durante las guardias, o después de una pesada jornada laboral. No resulta raro que las extenuantes jornadas laborales a las cuales están sujetas los médicos es predispongan a ver cosas o personas que en realidad no se encuentran ahí, pero… ¿qué sucede cuando las experiencias coinciden?

Al tratarse los hospitales de lugares donde frecuentemente se vive el sufrimiento, dolor y muerte, no es raro pensar que algún “alma en pena” ronda por sus pasillos… o al menos así lo aseguran muchos galenos.

A continuación te presentamos algunas de las leyendas de hospitales más conocidas en el país.

La planchada

Aunque esta historia se encuentra vinculada con el Hospital Juárez de México, la leyenda tiene su origen en el Hospital San Juan de Dios. Según cuenta la leyenda, en 1943 trabajaba en dicho nosocomio una enfermera de nombre Eulalia, quien se caracterizó por lucir siempre presentable (con su uniforme perfectamente planchado) y siempre dispuesta a cuidar a los pacientes que así lo necesitaran.

Mientras trabajaba en el hospital Eulalia conoció a un médico de nombre Joaquín, con quien comenzó un romance, mismo que parecía terminaría en boda, sin embargo, antes de que esto pudiera suceder Joaquín partió rumbo a Monterrey, donde conoció a alguien más. Al enterarse de dicha situación Eulalia cayó en depresión y comenzó a tratar a los pacientes de mala gana, olvidando en muchas ocasiones entregarles sus medicinas y conllevando el fallecimiento de varios de éstos.

Al poco tiempo de estos sucesos Eulalia decidió quitarse la vida, situación tras la cual comenzaron a surgir dentro del hospital testimonios de gente que era atendida por una amable enfermera que no parecía pertenecer al personal del hospital. Una chica joven con la ropa impecable, perfectamente planchada, tal y como la llevaba Eulalia en vida. Normalmente los testimonios eran confusos porque solía atender a los enfermos cuando dormían, se encontraban sedados o estaban muy graves.

El niño del Hospital General

Esta leyenda habla de un niño gravemente enfermo y que siempre se encontraba en compañía de su madre. De acuerdo con la leyenda, al momento de la muerte del niño su madre no se encontraba presente, siendo “mamá” su última palabra.

Algunos trabajadores del hospital aseguran haberse encontrado en los pasillo del hospital con un niño que pregunta constantemente por su madre, a la espera de que un alma bondadosa se apiade de él y lo lleve con ella.

La pulsera negra

Esta leyenda tiene su origen en Estados Unidos, donde se cuenta que en otra época las personas que fallecían recibían una pulsera negra en la cual se detallaba la hora y motivo de su deceso. De tal modo, muchas enfermeras, médicos y trabajadores de hospitales en la Unión Americana afirman haber entablado pláticas con personas que portaban en su mano este tipo de pulseras, es decir, fantasmas…

Ejemplos de este tipo de historias existen muchos, pues los cuentos de terror incuestionablemente llegan a formar parte de las experiencias de todo profesional de la salud y forman parte del humor negro que caracteriza a los médicos y que les ayuda a lidiar con sus agotadoras jornadas laborales.

Y tú, ¿has vivido alguna experiencia paranormal durante el desempeño de tus labores médicas?

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