Seguramente alguna vez has escuchado hablar del doctor Irving Heinly Page, médico cuyas investigaciones ayudaron a dar forma a la comprensión moderna y el tratamiento de la hipertensión arterial y de las enfermedades del corazón.
El doctor Page realizó sus trabajos de investigación durante 21 años en la Fundación Clínica de Cleveland, en donde descubrió varios factores muy importantes que afectan la presión arterial dejando atrás la idea de que esta enfermedad se debía a un sólo agente causal, lo que permitió que el diagnóstico de la hipertensión fuera más rápido.
“La medicina no se puede conocer bien sólo por medio de la teoría, pues la práctica es absolutamente necesaria”, decía el doctor Heinly Page. Y en este sentido, a continuación te presentamos algunos consejos que fueron desarrollados por Page, los cuales constituyen un elemento útil para guiar la práctica médica:
Nada sustituye lo que se asimila en el contacto directo con el paciente
Esto significa que los conocimientos clínicos no sólo se aprenden en la facultad, en el laboratorio o en las conferencias, sino que todos los días se puede aprender algo nuevo con cada paciente atendido. “Los pacientes son el mejor libro de texto”, opinaba Irving Heinly.
La buena práctica médica es trabajosa y exige dedicación
Con esto, Heinly manifestaba que no es posible atender rápidamente a los pacientes siguiendo horarios rígidos por lo que es necesario atenderlos y estar al servicio de las personas durante el tiempo que sea necesario. Nunca se debe abandonar al paciente, aunque su problema de salud ya no tenga solución.
Saber diferenciar entre una urgencia y una enfermedad autocurable
Seguramente muchos de los problemas médicos que atiendes en tu consultorio en realidad no son tan graves pero sueles atenderlos de forma exagerada, de ahí la importancia de distinguir los problemas que requieren una oportuna atención de aquellos que sólo necesitan observación y seguimiento.
Ser paciente ni caer en exageraciones
De acuerdo con Heinly Page, en ocasiones la única herramienta para realizar un diagnóstico correcto es la observación, por lo que recomienda utilizar el valor diagnóstico y terapéutico del tiempo para observar la evolución de salud del paciente y posteriormente, advertirle lo que puede hacer y a qué síntomas debe poner atención.
No realizar exámenes clínicos que no harías en ti mismo
Significa que se deben evitar el exceso de exámenes que podrían poner en peligro al paciente. Antes de prescribir un examen, haz caso a tu juicio médico después de haber hecho una hipótesis diagnostica. Los estudios clínicos que sólo sirven para “ver qué encuentras” deberían ser excluidos.
Conócete a ti mismo
Piensa cuáles son tus fortalezas y debilidades. Si tienes dudas, consulta a colegas más experimentados, pues de esta manera cultivarás el sentido de la humildad.
¿Qué opinas de estos consejos? ¿Los llevas a cabo en tu práctica clínica?