Uno de los prejuicios médicos más ampliamente difundidos en los últimos tiempos indicaba la existencia de una correlación entre la homosexualidad y el SIDA, razón por la que durante la década de los 80’s naciones como Reino Unido optaron por implantar medidas que impedían a los gays convertirse en donadores de sangre, medida que dejará de existir definitivamente a partir del próximo mes de septiembre.
Debido a la intensificación en los contagios de SIDA a finales de la década de los 70’s, el Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte decidió aprobar en 1981 una ley que prohibía a los homosexuales donar sangre de por vida, misma que fue levantada por Inglaterra, Gales y Escocia en 2011, pero que siguió siendo aplicada de la misma manera en Irlanda del Norte hasta este 2016.
Sin embargo, con el fin de promover la igualdad y “el sentido común” la ministro de salud de la nación británica, Michelle O’Neill, anunció este jueves que a partir del próximo 1 de septiembre esta ley quedará sin efecto en Irlanda del Norte, permitiendo que los hombres gay puedan donar sangre… siempre y cuando haya transcurrido un año desde la última ocasión en que mantuvieron contacto sexual con otro hombre.
“La seguridad de la sangre donada depende de dos cosas: la selección de los donadores y las pruebas que se le realizan a la sangre. Toda donación de sangre es analizada para VIH y otro número de organismos. Ni siquiera las pruebas más avanzadas son 100 por ciento confiables, por ello es sumamente importante que todos los donadores cumplan con las condiciones que aplican para ellos”, indicó O’Neill.
No cabe duda que los tiempos siguen cambiando (poco a poco) y cada vez son más prejuicios los que van quedando de lado en beneficio de la medicina y las personas que la necesitan.