La semana pasada se celebró el Día Internacional del Síndrome de Down, y con motivo de esta conmemoración circuló a través de diferentes medios de comunicación que Islandia pretende “exterminar” a todas las personas con este trastorno genético.
“En los últimos cinco años no ha nacido ningún bebé con síndrome de Down en Islandia”, se pudo leer en varias páginas web. Sin embargo, se trata de una verdad a medias, con la única diferencia de que este país no está cometiendo genocidio con los niños que nacen con este padecimiento.
Todas las informaciones que se dieron a conocer el 21 de marzo pasado están relacionadas a una conferencia del doctor Peter MacParland, ginecólogo del Hospital Nacional de la Maternidad de Dublín: “En Islandia, el 100 por ciento de los bebés diagnosticados con síndrome de Down son abortados”, dijo durante una conferencia el 7 de enero. Y aseguró con otra frase: “No ha nacido ningún bebé con síndrome de Down en Islandia en los últimos cinco años”.
Información del Ministerio de Salud, entre 2007 y 2012, las 38 mujeres a quienes se diagnosticó durante su embarazo que su hijo nacería con síndrome de Down decidieron abortar. Luego, en 2013, ocurrió un caso similar con los 15 embarazos detectados, y en 2014 con otras 11 mujeres que decidieron finalizar su embarazo. No obstante a esta información, en el mismo lapso de tiempo 22 niños nacieron con síndrome de Down. Y de acuerdo con la Asociación de Síndrome de Down, en 2016 nacieron seis bebés con esta enfermedad genética.
En Islandia, desde 2005, las autoridades de salud ofrecen a todas las mujeres embarazadas una prueba que permite detectar posibles enfermedades en el feto. Y a pesar de que las mujeres que descubren que sus bebés nacerán con un defecto genético son libres de terminar con su embarazo, estadísticas demuestran que en ese país siguen naciendo niños con trisonomía 21, por lo que los rumores de que son aniquilados son falsos.
Si Islandia pretendiera exterminar a los niños con síndrome de Down, no habría ninguna asociación que defendiera sus derechos.