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Envejecimiento, drama y prioridad mundial

Sociedades envejecidas en un mundo que cambia con rapidez; estrategias para un envejecimiento activo- exitoso del médico.

El envejecimiento de la población mundial se está dando a pasos agigantados y acelerados, está a punto de convertirse ineludiblemente en una de las transformaciones sociales de mayor significancia del siglo XXI, con consecuencias para casi todos los sectores de la sociedad, entre ellos, el mercado laboral y financiero y la demanda de bienes y servicios (sistema sanitarios, viviendas, transportes, protección social…), así como para la estructura familiar y los lazos intergeneracionales.

En la década de los sesenta la autora de El Segundo Sexo, Simone de Beauvoir, preparaba ya su ensayo de La vejez, ¡Usted no está vieja!, ¡Qué tema tan triste y desolador!, Le insistían y exclamaba la gente.

Para Beauvoir la sociedad sólo quiere invertir sus recursos materiales e intelectuales en los niños y jóvenes porque ellos generan rendimiento, constituyendo el sector productivo que sostiene nuestra comunidad; los ancianos, en cambio; quizá altamente impropio y de mal gusto afirma cierta similitud a cadáveres ambulantes, sacos de enfermedades que solo generar gastos y queman energías y los recursos de aquellos que tienen que hacerse cargo de ellos.

No menos importante un texto egipcio muy antiguo en este mismo libro, se enumeran algunas de las pérdidas que causan la vejez: “¡que penoso es el fin del anciano! Se debilita día tras día, la vista disminuye, los oídos se vuelven sordos, su fuerza declina y el corazón no conoce descanso… las funciones mentales superiores disminuyen. Le duelen casi todos los huesos (y quitándole el casi: todos), las ocupaciones a las que antes se dedicaba ahora las realiza con pena!”. Este cuadro ha sido temperado por la mayoría de los países y sus especialidades afines. Además debemos señalar que el vigor físico por sí solo no representa la salud total y agregar que aunque se viva más tiempo no se goza necesariamente de mejor salud que antes.

Casi una cuarta parte (23 por ciento) de la carga mundial general de mortalidad y morbilidad se registra en los mayores de 60 años, y gran parte de esa carga puede atribuirse a enfermedades de larga duración como el cáncer, las enfermedades respiratorias crónicas, las cardiopatías, las enfermedades osteomusculares (como la artritis y la osteoporosis) y los trastornos mentales y enfermedades neurodegenerativas.

Envejecimiento activo y exitoso: Meta Global y respuesta a los desafíos del envejecimiento demográfico

El Envejecimiento Activo fue definido en el año de 1999 por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como “el proceso de optimización de las oportunidades de salud, participación y seguridad con el fin de mejorar la calidad de vida a medida que las personas envejecen”. Este mismo concepto se adoptaría tres años más tarde en la Segunda Asamblea Mundial del Envejecimiento en Madrid, veinte años después de la primera Asamblea realizada en Viena. Con lo anterior se ha caído en la cuenta de los vertiginosos cambios que han surgido desde aquel año de 1982 y que afectan directa o indirectamente a las personas de la tercera edad.

¿Qué barreras están deteniendo el avance del envejecimiento activo?

Barreras políticas

¿Cuáles son las respuestas de la política a la población que envejece?

Acorde a Alan Walker, profesor experto en política y Gerontología Social, el alcance y enfoque de los responsables políticos es una reducción simplista y muy estrecha, pues no es lo mismo envejecimiento saludable que activo, globalmente comprenden tanto componentes negativos como positivos: por una parte la vejez comúnmente se proyecta como un periodo de inactividad y dependencia, mientras que por otro lado simultáneamente la gente en este periodo de la vida es vista como un recurso social y económico con el objetivo contraproducente de trabajar por más tiempo sin contar con las habilidades y la salud adecuadas.

Barreras Culturales

Las etiquetas erróneas de mantenerse en forma saludable, con funcionamiento físico óptimo, con alto funcionamiento cognitivo, afecto positivo y participación social únicamente para un grupo estrecho de individuos ancianos excluyendo millones de personas que desean formar parte de este grupo. De la misma manera todavía algunos países de Asia central y Europa Oriental el concepto de envejecimiento activo significa envejecimiento “rápido” a un nivel individual, dando pie a no hablar un mismo lenguaje global. Además el envejecimiento ya en la vida tardía se encuentra influenciado por circunstancias vividas en la niñez.

Barrera Burocrática

El envejecimiento activo requiere una función holística a un nivel nacional y local, sin embargo el escenario de las responsabilidades parece estar frecuentemente dividido, lo cual nos conduce a la cuestión: ¿A quién le corresponde el envejecimiento a lo largo de la vida? O a quién le pertenece hacerse cargo de las personas mayores, imposibilitando la completa apreciación de lo que el envejecimiento activo podría lograr.

Barrera de la Sociedad

Un obstáculo crucial es el edadismo, del inglés ageísmo, con la fuerte evidencia de la exclusión y abandono de la tercera edad, conduciendo al individuo anciano a tomar una estoica posición estigmatizada: ¿A mi edad que se puede esperar? (resulta muy frecuentemente escuchar este tipo de expresiones), siendo resultado directo de la discriminación por la edad, limitando la oportunidades en vez de expandirse. Además fomenta a la gente joven a ver otro camino: ¡No quiero pensar en este momento en el envejecimiento! ¡No me interesa! Eso es para la gente mayor, ¡todavía no estoy viejo!. El incluir únicamente a las personas que se han retirado pero en muchas ocasiones no a todos los grupos, como aquellos que se encuentran en estancias.

En la Ciudad de México 24 de 187 residencias de descanso para personas de la tercera edad o casa de retiro para adultos mayores que integran el “Listado de albergues, aprobado por la Dirección General del Instituto para la Atención de los Adultos Mayores, son públicas; las restantes son privadas y sus costos oscilan entre los 7 mil y los 40 mil pesos mensuales.

El futuro en cierta medida aún se avizora con estructuras sociales injustas y discriminatorias, de aislamiento, exclusión y soledad. Los cambios sociales y valorales en la concepción de la familia también repercuten negativamente en las personas mayores. No se debe subestimar el impacto insidioso de la industria anti- envejecimiento, la cual también reduce al envejecimiento a apariencia y oropel a aquello que se puede curar con una botella.

El culto al individuo joven, escogiéndoles a algunos de ellos para atribuirles una admiración ilimitada y hasta con una capacidad mental y una fuerza de carácter sobrehumanas, puede convertirse en idolatría y el temor a envejecer en algo traumático. Da la impresión que en la grandes ciudades hay más pacientes en las estéticas que en los hospitales. Todos ambicionamos crecer y llegar a ser adultos pero cuando se llega a ser adulto en plenitud se vislumbra a la grandeza del hombre y la dignidad humana decreciendo paulatinamente al cumplir cierta edad.

Barrera de la desigualdad

Se encuentra vinculada con la edad, genero, grupo étnico y ciertos países o regiones aún personas mayores se ven forzadas por una economía sombría.

Para la psicóloga Elisa Dulcey en unos de sus artículos ilustra que de acuerdo con los enfoques antropológicos, social y cultural, “el envejecimiento es una construcción sociocultural con significados diferentes según la época, las sociedades y las culturas”. Es decir, el envejecimiento no se restringe a factores biológicos.

¿Qué podríamos decir de la salud del médico cuando llega a cierta edad? En que la competencia técnica o la resistencia física para determinadas intervenciones disminuyen, poniendo en riesgo al paciente y la calidad del trabajo asistencial. Incluso los grandes maestros de la cirugía comentan: Cuando el cirujano es joven está en un periodo de penumbra porque le falta la experiencia, algo que suple con atrevimiento y agresividad. Cuando ya se cuenta con la experiencia la edad es el inconveniente.

envejecimiento-mundial-01La misma sociedad se ha acostumbrado a comprar soluciones a los problemas y eso no es la Medicina. La presión que sufrimos los médicos por familiares o pacientes no necesariamente viejos que exigen garantías por adelantado. Al igual que la medicina y la cirugía, la vida es un arte. Un equipo de millones de dólares no resulta ser tan imprescindible a veces.

Si en la vida solo se aprecia como valioso lo útil, el anciano se consideraría devaluado, inútil e incluso hasta despreciable. Sin embargo, habría que revalorar la presencia y el trabajo silencioso de los ancianos en el hogar, sus virtudes espirituales, su fuerza interior y sabiduría. La UNICEF destaca que para los niños, los abuelos ocupan el primer lugar de preferencia por encima de los padres y los maestros. Aun así, para algunos representa una etapa degradante sin forma de edulcorarla tal vez generadas por experiencias de carácter emocional.

Podríamos agregar que la grandeza de la vejez reside en lo espiritual, nunca dándose por derrotado como acontece en El viejo y el mar de Heminway, el saber vivir la última etapa de la vida aceptando sus limitaciones también es un arte.

Es un hecho que cada día habremos más viejos y el acelerado incremento porcentual de esta capa de la población obliga a las instituciones políticas y sociales a asumir el tema con seriedad y planeación, refiriéndonos a un modo positivo de envejecimiento o de “bien envejecer”, abriendo paradigmas en la diversidad de las maneras de envejecer y la plasticidad de la naturaleza humana.

Aún no existe por completo un entendimiento total universal acerca de lo que es el envejecimiento activo en donde se hable el mismo lenguaje en cada nación, en cada continente; integrando además las iniciativas puestas en marcha preponderantemente en Quebec en el marco conceptual: Ciudades amigables con los mayores (Age Friendly Cities and Communities).

El respeto, aprecio, reverencia y comprensión al anciano se debería además reflejar también en los aspectos jurídicos. El drama de muchos jubilados debe ser prioritario en una sociedad que se precie de preocuparse por la justicia social.

Debemos hablar de la vejez para poder exigir que a lo largo de la vida seamos tratados como humanos; debemos tomar muy en cuenta los terribles estragos que la permanente explotación laboral o familiar a lo largo de la vida genera en nuestros cuerpos y que nos hacen llegar a la edad plena como trastos viejos. ¿Estarán representadas con los mejores elementos desde un punto de vista moral o intelectual las instituciones políticas de sus respectivas naciones? Y de esta manera tomar parte activa de esta prioridad global.

envejecimiento-mundial-02Si deseamos adoptar exitosamente la red compleja del envejecimiento activo debemos entender los obstáculos existentes sin destruir la riqueza y las posibilidades que este nos ofrece, con un pensamiento integral, conjunto- vinculado y no fracturado o aislado, que abarque desde el nacimiento, la niñez hasta las etapas tardías, considerando a la discriminación como algo pretérito, una aberración incomprensible de los antepasados. Maximizar las capacidades a lo largo de la vida de cada individuo, creando una sociedad equitativa para todas las edades. De igual manera serán necesarias reformas profundas y fundamentales en los sistemas de salud y atención social.

La vejez corona la vida. No es una etapa de estancamiento, de anquilosamiento, la presentación descarnada y reiterada de un acontecimiento que puede provocar repudio o indiferencia. Al contrario, la vejez, para utilizar el lenguaje de K. Jaspers- podría considerarse una “situación límite”, ineludible, pero en la que el ser humano profundiza su existencia acercándose a la frontera límite. Urge por consiguiente ante este drama que se avecina una dignidad irrestricta de los adultos en plenitud.

Datos y cifras (OMS)

  • Entre 2015 y 2050, el porcentaje de los habitantes del planeta mayores de 60 años casi se duplicará, pasando del 12 por ciento al 22 por ciento.
  • Para 2020: el número de personas de 60 años o más será superior al de niños menores de cinco años.
  • En 2050, el 80 por ciento de las personas mayores vivirá en países de ingresos bajos y medianos.
  • La pauta de envejecimiento de la población es mucho más rápida que en el pasado.
  • Todos los países se enfrentan a retos importantes para garantizar que sus sistemas de salud y sociales estén preparados para afrontar ese cambio demográfico.

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