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El problema de los opioides no es el consumo, sino el abuso del paciente crónico

Académico del Hopkins Medical Institution indicó que el problema de los opioides no radica en el consumo sino en el abuso del paciente con dolor crónico.
Medicamentos

Durante el mes de julio pasado, los máximos representantes del Gobierno de los Estados Unidos en la Casa Blanca debatieron sobre el consumo de opioides como un auténtico problema de salud pública. Un asunto que no era para menos, ya que la ingesta de dichas sustancias han sido la responsable de la muerte de 142 estadosunidenses cada 24 horas debido a la sobredosis.

Una muerte por consumo de opioides cada 10 minutos

Con esto en mente y tomando como referencia el trabajo de investigación elaborado por los especialistas de la plataforma digital Statista, el índice de mortandad por cada 100 mil habitantes en los Estados Unidos ha visto un crecimiento muy importante (e, incluso, desmedido) desde finales de la década de los años 90 hasta el 2015, de acuerdo con la siguiente relación:

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En 2016, el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos determinó que el abuso de esta clase de sustancias había originado la muerte de 142 personas al día. Un dato que se traduce en el deceso de 5.9 pacientes cada hora. Un fallecimiento cada 10 minutos, aproximadamente.

El problema no es el consumo, sino el abuso.

En este contexto y de acuerdo con la información materializada en un artículo publicado por la cadena de noticias del diario The New York Times, el doctor James Campbell, profesor emérito del área de Neurocirugía en el Johns Hopkins Medical Institutions (JHMI), reconoció que la problemática no es tan simplista como determinar que la causa de muerte fue derivada del consumo de opioides, ya que, en su mayoría, dicha utilización corresponde al tratamiento de dolor crónico en el paciente.

Al igual que con el alcohol, los opioides no son un problema para la mayoría de las personas, pero algunas personas pueden caer en un síndrome de abuso, especialmente cuando se toma para el dolor crónico. Aunque estos fármacos potentes pueden ofrecer alivio temporal, tienden a perder su eficacia con el tiempo, y una píldora hoy puede convertirse en tres más tarde.

En este sentido, el doctor Campbell hizo especial énfasis en la realidad que vive la población de los Estados Unidos, ya que, al menos, 100 millones de norteamericanos viven con dolor crónico, según un informe de 2011 del Instituto de Medicina. Un sector que buscará en la medicina curativa que brindan los insumos farmacológicos una vía “legítima” para su tratamiento.

 

Imagen: Bigstock

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