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El médico, ¿es eficaz y eficiente?

Todo médico debería procurar trabajar bajo estas dos directrices, pues el hacerlo así traerá beneficios para todos los involucrados en el acto médico.
Cómo tratar con pacientes enojados

Al hacer un análisis de las entradas previas, y considerando que uno de ellos ha recibido muchísimas visitas en comparación con los demás (errores médicos frecuentes), me puse a pensar y con pesar hago el siguiente cuestionamiento, ¿realmente consideramos nuestra labor como eficiente y eficaz?

Para no fallar en torno a estos dos conceptos me permito referir brevemente la definición de ambos:

  • Eficacia. Es el nivel de consecución de metas y objetivos. Que salgan las cosas, sin importar tiempo o recursos.
  • Eficiencia. La relación entre los recursos utilizados y los logros conseguidos con el mismo. Así ser eficiente es cuando se utilizan menos recursos para lograr un mismo objetivo o al contrario, cuando se logran más objetivos con los mismos o menos recursos.

Bajo dichas consideración sólo resta admitir que “tenemos un problema”. Realmente no debiera de ser una prioridad leer sobre cómo evitar demandas si mi ejercicio médico fuera el adecuado, me capacitara lo suficiente o incluso si no percibiera la amenaza de una demanda… además, considerando los nuevos acuerdos que evitarán “el estar de ocioso”, mi práctica médica se encuentra en un entorno verdaderamente complicado.

De tal modo debemos retomar un concepto que ya he referido con anterioridad, el error médico. Si bien éste comprende un área de estudio constante, también sabemos que entre el 20 y el 30 por ciento de los pacientes recibe cuidados inadecuados. De hecho, un estudio publicado por Lancet, refiere que los errores por administración de medicamentos aumentó un 237 por ciento, mientras que las muertes de enfermos ambulatorios lo hizo en un 848 por ciento.

Mientras tanto, otro artículo publicado en JAMA en 1994, refiere que una UCI realiza hasta 178 acciones médicas por enfermo por día con un riesgo de error de 1 por ciento, el cual si bien es considerado como bajo en comparación con otros giros de prestación de servicio (no necesariamente relacionados con los servicios de salud), resulta excesivo, pues equivaldría a unas 16 mil cartas equivocadas por hora en el caso de los servicios postales, 32 mil cheques erróneos en el caso de servicios bancarios o 2 aterrizajes forzosos al día.

Con todo lo anterior en contra qué nos queda sino procurar que, aún si no estoy de, “muy buen humor o me demoré”, “no hay recursos para atender a los pacientes” o “si la atención fue muy deprisa” (y quién no lo haría después de horas y horas sentado frente a un escritorio, 20 pacientes citados y otros tantos que llegaron sin cita previa o después de haber regresado del quirófano sumamente cansados y estresados acabando de resolver una cirugía por demás compleja).

Busquemos no estar “de jeta” al momento de atender a un paciente. Pero, si no acierto en un diagnóstico o si el paciente presenta una complicación como consecuencia de la receta que le di… ¿cometí alguna negligencia?

Sabemos que en ningún momento ninguno de nosotros busca hacerle daño a un paciente, sino que sólo intentamos solucionar el problema, pero siempre aceptando la responsabilidad de nuestros actos mediante una cédula profesional que nos respalda. En este punto recurro nuevamente al diccionario para no cometer un error.

  • Negligencia. Acto u omisión por parte de un proveedor de asistencia médica que se desvía de los estándares aceptados en la comunidad médica y que causa alguna lesión al paciente.

En pocas palabras, la negligencia médica es el daño físico provocado por cuidados médicos descuidados. Respondiendo a la pregunta antes hecha, “no, no cometimos ninguna negligencia”, pero, también es un hecho que nuestra práctica no siempre es eficiente, es cierto, puede ser sólo un error, pero como lo he dicho con anterioridad (y lo volveré a repetir), el tener una excelente relación médico-paciente evitará que un acto erróneo o malo se convierta en penal o civil.

Por lo que aunado a una práctica médica calificada y con buena actitud agrego unas listas publicadas previamente…

Tabla 1. Causas de error médico

Factor Humano

Fatiga por trabajo excesivo

Falta de entrenamiento

Pobre comunicación con mis compañeros y con el paciente

Ausencia de sistemas de control calidad

Rotación de personal del servicio de urgencias

Hostilidad

Demora y error en el diagnóstico

Juicio médico inadecuado

Pobre o nula actualización médica

Factores Sociales

Búsqueda de culpables y no de soluciones

Mantener posturas políticas y de venta de “Noticias”

Tener “Buenas acciones” o ser “Buen samaritano”

Reportes: No corroborados o falsos

Factor organizacional

Ausencia de áreas laborales adecuadas

Sobrecupo de pacientes en la sala de urgencias

Falta de listas de cotejo de procesos y monitoreo de ellos

Falta de recursos humanos y financieros para la atención de pacientes

Falta de liderazgo e incentivos laborales

Mal manejo gerencial del servicio de urgencias

Deficiente actualización de la tecnología

Maltrato

Factor técnico

Escasa o nula automatización de procesos

Falta de equipo tecnológico adecuado y de vanguardia

Falta de integración de equipos de trabajo

Escasa información al equipo de trabajo, directivos y familiares

Tabla 2. Diagnósticos relacionados a error médico.

Diagnósticos

Alteración del estado de alerta y coma

Cefaleas agudas y algunas crónicas

Sincope

Dolor torácico

Polipnea o respiración agitada

Dolor abdominal

Hemorragia transvaginal

Amenaza de aborto

Trabajo de parto

Amenaza de parto pretérmino

Intoxicaciones e intento suicida

Traumatismos

Pacientes

Pacientes en los extremos de la vida

Mujeres embarazadas

Casos médico-legales (sin aviso a MP)

Tabla 3. Eventos relacionados al personal y con alto riesgo de error.

Atención de pacientes que requieren el servicio de urgencia

Inexperiencia del personal (impericia)

Introducción de nuevos procedimientos

Cuidados complejos

No considerar: Alergias, interacciones, dosis e indicaciones de medicamentos

Estancia prolongada

Pero, retomando. Si bien nuestra práctica pudiera no ser eficaz o eficiente, debemos de buscar que estos dos atributos sean parte de nuestra labora diaria de ahora en adelante en beneficio de todos. Mío, pues evitará demandas; para el paciente, pues evitará que éste sufra algún daño; para la comunidad, pues tendrán a un médico que sirva de ejemplo para el resto de sus colegas; para mi institución laboral, pues nos encontramos en un país de escasez, la cual podría llegar a empeorar, por lo que me guste o no… hacer más con menos.

Sólo me resta cerrar que en mis escritos comento lo que a mí me preocupa; no obstante ser un médico en este entorno es un hecho que en la práctica médica diaria se involucran más cosas…

  • ¿Seguir capacitándome?, ¿cómo?
  • Consejos de especialidad, ¿son útiles o no?
  • ¿Cuál es la seguridad que tenemos al realizar nuestra práctica diaria?
  • ¿Causas de demanda de pacientes?
  • ¿Cuál es mi rol en este nuevo entorno y hacia dónde se dirige?
  • ¿Cuál es mi contribución personal como profesionista de la salud a mi país, a mi comunidad, hacia mis pacientes y a mi familia?
  • ¿Dedo de seguir siendo ejemplo para los pacientes y de ser así como lo cumplo?
  • ¿Qué es un médico exitoso y por qué?
  • ¿Cómo conseguir más y mejores entradas de dinero?

Éstas son las futuras preguntas que de momento se me presentan y buscaré contestarlas en las siguientes entregas, pero si ustedes tienen más envíenmelas por favor.

Bibliografía:

Villatoro-Martinez A. Error médico en medicina de urgencias, en Manual de medicina de urgencias, Villatoro-Martinez A. Manual Moderno 2011.
Kaushal R, Bates DW, Landrigan C, McKenna KJ, Clapp MD, Federico F, et al. Medication errors and adverse drug events in pediatric inpatients. JAMA. 2001; 285: 2114-20.
4 mar. 2017. SSA, IMSS e ISSSTE firman acuerdo para compartir servicios médicos. En www.jornada.unam.mx.

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