Los drones son dispositivos diseñados para múltiples aplicaciones, entre las que destacan labores de auxilio y salvamento, no obstante, su principal problema radica en que su fabricación es costosa y la duración de su batería limitada, de modo que en muchos casos sólo sirven para efectuar una misión sin tener posibilidad de retorno.
Pensando en sus puntos débiles es que al agencia militar estadounidense DARPA, que creó Internet en la década de 1960, diseñó unos drones de cartón desechables.
Con esta opción se eliminan los problemas antes descritos, pues además de estar fabricados con un material barato no incluyen motor, sino un hardware sencillo.
Dado que se trata de drones mecánicos, éstos pueden ser lanzados desde un avión, pues sensores en sus alas permiten guiarlos al punto de destino.
Entre otras ventajas destaca que, al carecer de motor y batería, cuentan con más espacio para llevar medicinas, vacunas y otros insumos médicos.
Los drones han cambiado la forma de atender emergencias médicas. En Massachusetts, Estos Unidos, por ejemplo, se emplean para realizar entregas de urgencia de suministros médicos, mientras que en Ruanda se han usado para trasladar sangre.
No obstante, los drones de papel cuestan apenas 30 euros y se encuentran en fase de prueba, de modo que, de superarla, se usarán en este país africano para hacer entregas en zonas aisladas.
Actualmente, DARPA está trabajando con OtherlLab (una empresa que fabrica drones) en un material extraído de unos hongos que permitirá que al aterrizar se desintegraren naturalmente en el suelo en pocos días.
Imagen: OtherLab