Autoridades del gobierno francés han postrado su atención sobre uno de los profesionales de la salud más polémicos de los últimos años, el neumólogo Michel Aubier, un personaje a quien le fue solicitada información para conocer el estado de la calidad del aire en esta región del viejo continente. Lo que nadie sabía eran los intereses ocultos del experto que hoy lo han colocado en el ojo del huracán de un juicio muy fuerte en Francia.
Estado francés vs. Michel Aubier
Polución “extremadamente débil”
Con esto en mente y de acuerdo con la información depositada en un artículo publicado por el periódico El País, el Senado de la República Francesa solicitó, durante una importante diligencia realizada en el año 2015, al Dr. Aubier su conocimiento para trazar un mapa y materializar un balance sobre el estado de polución en el territorio francés con el fin de impulsar medidas contensivas en el ánimo de prevenir posibles complicaciones que afectarían la salud de millones de personas en Francia.
En su oportunidad, el entonces catedrático de Medicina Respiratoria de la Universidad Denis Diderot (UDD) de la ciudad de Paris y jefe del servicio de Neumología del Hospital Bichat (HB) de la capital, aseguró a los legisladores que el vínculo entre la polución (niveles altos de contaminación) y el desarrollo del cáncer era “extremadamente débil”.
Asimismo, el Dr. Aubier aclaró que no se le podría atribuir ninguna asociación con actores económicos inmiscuidos en el tema de la emisión de contaminantes, que pudiera representar un potencial conflicto de interés.
El “Dr. Diésel”
Sin embargo, pese al juramento hecho ante las máximas autoridades en Francia, el hombre mintió en sus declaraciones conforme a las investigaciones de los diarios locales, entre los que destacan los periódicos Libération y Le Canard Enchaîné, ya que el Dr. Aubier forma parte desde 2007 del consejo de administración de la Fundación Total. Y, además, ha trabajado en dicha institución dedicada a la explotación de recursos naturales por más de 20 años.
En esta línea discursiva, una evaluación en materia de fiscalización permitió identificar que el multicitado experto recibió, tan sólo entre los años 2012 y 2014, poco más de 300 mil euros por parte de la empresa petrolera; es decir, seis millones 203 mil 326.42 pesos mexicanos.
La defensa:
Esas actividades no han influido de ninguna manera en mi opinión sobre la polución del aire y el diésel. Jamás, realmente jamás, me ha pedido Total que haga algo así, no es para nada mi papel y jamás lo habría aceptado Esa será la línea de defensa ante la justicia: No hay conflicto de interés porque sus funciones en Total eran exclusivamente médicas. Además, he publicado numerosos artículos sobre la nocividad del diésel, lo que demuestra su independencia.
¿El interés tiene pies?
Imagen: El País