De forma recurrente, tus pacientes se preguntan cómo pueden alternar uno de los ingredientes con mayor presencia en la alimentación cotidiana: el azúcar. Algunas de las razones de este cuestionamiento responden a la necesidad de mantener un equilibrio en el consumo de calorías o, en el caso de quienes padecen diabetes, cuidar sus niveles de glucosa.

En este sentido, son varias las autoridades en la materia, así como asociaciones civiles, que recomiendan el uso de sustitutos del azúcar como una alternativa segura que forma parte de una alimentación adecuada.

En esta infografía te presentamos algunos datos relevantes respecto a los mismos, de acuerdo a la Revista Mexicana de Cardiología.

La incorporación de los sustitutos está ganando terreno en las preferencias del consumidor y entre las personas que consumen productos bajos en calorías. Conforme al estudio Global Health and Ingredient-Sentiment Survey, elaborado por Nielsen durante 2016, el 70 por ciento de los encuestados declara haber tomado elecciones alimentarias de forma activa que le ayudan a prevenir o controlar enfermedades tales como obesidad, diabetes, colesterol elevado, entre otras.

Este es un indicio de que las empresas se están adaptando a esta tendencia, la opinión pública y la responsabilidad social así lo demandan. Existen varios ejemplos de iniciativas que llevan a cabo algunas compañías. Coca-Cola cuenta con una versión Sin Azúcar para dar a sus consumidores la opción de elegir. También, el 45 por ciento de su portafolio es bajo o sin calorías, esto es 220 presentaciones con menos de 100 calorías. Otros productos que representan alternativas son las galletas de avena y brownies Taifelds que son sugar freeo la mermelada Agave Sweet Sin Azúcar, que responden a las tendencias de nutrición y salud.

Las necesidades individuales de energía varían de una persona a otra, depende de aspectos como edad, sexo, condición fisiológica y nivel de actividad de la persona. Por lo que es importante que las personas comprendan la relación entre la energía que el cuerpo consume y la que utiliza a través de sus distintas funciones en la vida cotidiana.