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Cómo compartir imágenes de casos clínicos con herramientas digitales

Compartir imágenes de casos clínicos es más fácil con las nuevas tecnologías, pero hay que tomar en cuenta ciertas recomendaciones.

Las nuevas tecnologías han generado una relación distinta con el entorno y las personas, de tal suerte que incluso los galenos las usan para compartir información de índole médica, por ejemplo imágenes de casos clínicos. No obstante, hacerlo implica tomar en cuenta varias recomendaciones que bien pueden evitar problemas posteriores.

Al respecto, el Colegio Médico de Madrid, España, celebró el I Congreso de Medicina Digital en el que también se abordó esta temática y del cual los facultativos han brindado interesantes observaciones.

Uno de los ponentes, Julio Marcotegui, residente de anestesia en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid, recordó que la situación más delicada se presenta cuando se comparten imágenes de los pacientes, ya que pueden contener elementos que permitan su identificación, como nombre, rasgos físicos muy concretos, marcas o tatuajes, además de que siempre hay que pedirles autorización para tomar la fotografía y explicarles “exactamente para qué queremos utilizarla, dónde la vamos a compartir y con quién”.

A decir de Marcotegui, existen únicamente dos fines legítimos para difundir este tipo de información:

  • Consultar dudas de carácter clínico.
  • Realizar actividades de docencia.

Reconoció que, a veces, las imágenes se comparten “por morbo o por intereses personales, para presumir del tipo de casos que uno trata”, si bien ésta es una conducta inadecuada.

A fin de conservar la privacidad de la información de los pacientes, recomendó tener en cuenta:

El entorno en que se comparte

Porque no es lo mismo hacerlo mediante una aplicación móvil de mensajería instantánea a un colega en concreto que usar redes sociales, por ejemplo:

En el primer caso, se entiende que es igual que si vas al despacho y comentas un caso: ambos estáis comprometidos por el secreto profesional. En la redes sociales es más peliagudo, porque en principio, salvo quizás en grupos cerrados, cualquiera puede verlas, incluso no profesionales.

Al usar aplicaciones de mensajería siempre se corre el riesgo de que alguien que no es el destinatario vea las imágenes, así que medidas de seguridad como el cifrado de mensajes y el no almacenamiento de archivos son condiciones importantes dentro de los servicio que debe ofrecer la herramienta que se usa, de modo que las últimas versiones de aplicaciones como Whatsapp, Telegram y iMessage podrían ser más seguras que, por ejemplo Facebook Messenger, explicó Marcotegui.

Dar el menor número de detalles

Esto es primordial incluso si sólo se comparte un caso clínico sin fotos, ya que la información de perfil (donde es habitual poner el centro de trabajo) es suficiente para ubicar al paciente.

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