Las cifras no mienten, la profesión del médico es una de las más estresantes y demandantes que existen, razón por la cual la Secretaría de Salud (SSa) estima que la mitad de los galenos sufren del síndrome de Burnout. Incluso si tú cuidas y tomas las precauciones necesarias para evitar ser víctima de este mal, existe la posibilidad de que alguno de tus compañeros se vea afectado y eso tendría consecuencias negativas en tu espacio de trabajo.
De esta forma, aunque tu principal preocupación es atender a tus pacientes, también es aconsejable poner atención en tus colegas, pues ellos podrían requerir de tu ayuda y de paso ayudarías a mejorar el ambiente laboral del consultorio o clínica.
Piensa que los médicos también requieren de atención o ayuda para su salud, pero el principal inconveniente es que la mayoría de las veces temen solicitar ayuda, por lo que no debes de esperar a que ellos se dirijan a ti sino que tú puedes tomar la iniciativa para poder atenderlos y brindar un diagnóstico.
En muchas ocasiones no es necesario que una personas diga que se siente cansada o agotada porque eso se puede ver, así que cuando veas a alguno de tus colegas con síntomas del síndrome de Burnout, intenta acercarte y asegúrate de brindarle tu apoyo. En primera instancia lo que puedes hacer es proporcionar algunas palabras de aliento y consejos que le ayuden a evitar tener una presión tan fuerte por su trabajo, pero también puedes indicarle que evite arriesgarse de esta forma y antes de cuidar la salud de sus pacientes, se preocupe por sí mismo.