Con frecuencia, los médicos se concentran en informar a sus pacientes sobre su terapia como método único e infalible para lograr la adherencia al tratamiento; sin embargo, para alcanzar esta meta es necesario dominar dicha habilidad.
Cabe recordar que la información que se le proporciona al paciente puede olvidarse fácilmente, por tanto, a fin de evitar que esto ocurra y, además, favorecer su comprensión, se pueden aplicar las siguientes estrategias:
- Emplear frases sencillas y cortas.
- Evitar frases negativas (por ejemplo, cambiar “no coma irritantes ni carnes” por “evite irritantes y consuma mayor cantidad de verduras y frutas”).
- Ordenar la información y agruparla por temas.
- Enfatizar en los aspectos más importantes.
- Reiterar la información.
- Recurrir a material escrito y/o ilustraciones para explicar algún tema.
- Presentar información importante al principio y al final (técnica de memorización basada en la “primacía” y “recencia”).
- Evitar lenguaje técnico.
- Poner ejemplos.
- Formular preguntas.
- Pedir al paciente que repita la información.
- Corregir errores.
- Aclarar dudas.
- Resumir la información proporcionada.
Informar al paciente sobre su terapia es la primera acción que se debe realizar para conseguir adherencia al tratamiento, y aunque no es la única, desarrollarla de forma correcta permite ahorrarse “dolores de cabeza”.